Tipos de manzana: ¿cuál comprar en función del sabor?

Pocas frutas presentan tanta variedad de formas, texturas, colores y sabores. Las hay amarillas moteadas, de un verde intenso y hasta de tonos rojizos purpúreos. Unas son crujientes y ligeras, otras tienen una textura más densa y harinosa. Y las hay dulces y jugosas, o ácidas y astringentes al paladar. La manzana en sus muchas variedades es una de las frutas favoritas de los españoles, solo por detrás de la naranja. ¡Vamos a conocerlas un poco más!

Características nutricionales de la manzana

Como sucede con todas las frutas, su principal aporte, además de agua (85,7 gramos por cada 100 gramos de porción comestible), son los hidratos de carbono (12 gramos), sobre todo, en forma de fructosa, glucosa y sacarosa. Es importante recordar que estos azúcares son intrínsecos, naturalmente presentes y, por tanto, saludables. No hay que evitar el consumo de fruta – ni de esta ni de ninguna otra – por el hecho de que tengan azúcares. Nada que ver con los productos ‘con manzana’ que llevan azúcares añadidos, como confituras, tartas de manzana… Tampoco, con los zumos de manzana, cuyos azúcares son libres y cuyo consumo debemos restringir.

La manzana contiene cantidades notables de fibra (2 gramos), lo que la convierte en aliada para tener buenas digestiones y aportar saciedad, lo que a su vez, ayuda a controlar el apetito. Una manzana a media mañana, al igual que cualquier otra fruta fresca de temporada, no solo es un excelente tentempié. También puede ayudar a evitar otros picoteos menos saludables, como snacks o bollería, que inciden de forma negativa en la salud.

Además, la manzana nos proporciona una amplísima variedad de sustancias fitoquímicas flavonoides (flavonoles, catequinas, procianidinas…) y otros compuestos bioactivos con actividad antioxidante. Las frutas frescas y hortalizas son las fuentes principales de fitoquímicos en la dieta.

Variedades de manzana

La literatura científica recoge más de mil variedades de manzanas. Miquel Subirà, Category Manager en ALDI, señala que “a lo largo del año podemos encontrar más de 15 variedades de manzanas en un supermercado normal. Sin embargo, las más habituales son las que conocemos todos: Golden, Granny Smith, Royal Gala, Fuji, Pink Lady…”.

Qué variedad va mejor para cada uso

Ya hemos visto que las manzanas pueden tener distintos colores, distintas texturas y distintos sabores. Por eso conviene elegir bien antes de comprar.

• Para comer a bocados. Una de las grandes ventajas de la manzana es que viene lista para comer (lavándola bien bajo el grifo, si vamos a pelarla, o desinfectándola, tal como recomiendan para el consumo seguro de frutas desde AESAN, si la vamos a consumir con piel. Esto es aplicable a cualquier otra fruta y hortaliza). “Las variedades más crocantes al morderlas son también las más conocidas y favoritas para el consumidor: Royal Gala, Golden, Fuji, Pink Lady…”, destaca Subirà.

• Para ensaladas. La ganadora absoluta es la manzana Granny Smith por su punto ácido.

• Para asar. En este uso la favorita de toda la vida sigue siendo la manzana reineta, “aunque la Golden también suele utilizarse mucho”.

• Para fondues. Las fondues de queso, o de chocolate, son una tradición centroeuropea que cada vez se hace más hueco en nuestra mesa. Aquí el experto también se decanta por Granny Smith.

Si son estacionales, ¿cómo es posible que haya Golden todo el año?

Las manzanas en España se recolectan entre agosto y octubre. Es decir, atendiendo a su estacionalidad solo podríamos disfrutarlas en otoño. Sin embargo, gracias a las cámaras frigoríficas es posible encontrarlas en la frutería todo el año. “Hay variedades que tienen una serie de características, como dureza, firmeza, alto nivel de azúcar, que, con un adecuado sistema de conservación en cámara, podemos verlas en tienda todo el año cuando la cosecha es buena a nivel de stocks”, explica Subirà.

Las cámaras frigoríficas de los almacenes no solo mantienen la fruta a temperaturas entre los 0 y los 5 grados. También pueden generar una atmósfera controlada, una forma de conservación habitual que consiste en reducir el porcentaje de oxígeno en el aire y aumentar el CO2 (recuerda que ambos gases forman parte de forma natural de la atmósfera que respiramos. Aquí solo se varía su proporción). En estas condiciones las manzanas apenas producen etileno, el gas que generan de forma natural muchas frutas para seguir madurando tras su cosecha.

Este es el secreto de que las manzanas duren tanto

Hay frutas que apenas duran una semana aunque las guardemos en la nevera de casa. Las manzanas, en cambio, pueden durar semanas, sobre todo, si las conservamos dentro del cajón de la fruta del refrigerador. “La fruta aguantará más o menos en función del grado de agua y de azúcar que tienen acumulados. La manzana, al ser una fruta bastante densa, tendrá mejor aguante que otras frutas como, por ejemplo, la fresa”, apunta el experto.

Paradójicamente, aunque duran mucho, son bastante sensibles a los impactos. Un simple golpe, no digamos ya una caída accidental, aceleran su oxidación, ese punto donde la pulpa empieza a oscurecerse y a adquirir una textura blanda. No es que supongan un riesgo de seguridad alimentaria, pero sus cualidades organolépticas quedan muy afectadas.

Esto conviene tenerlo en cuenta antes de meterlas en el bolso o en la mochila para una excursión. “La mayoría de manzanas son bastante duras, no debería haber problemas en llevarlas en el bolso o una mochila. Aunque sí hay variedades más duras que otras, recomendamos siempre al consumidor que proteja las manzanas de golpes que les hagan perder su integridad”, apunta. Una buena forma de evitar percances es transportarlas dentro de una fiambrera pequeña o en una bolsa de algodón.

 

Así hay que conservarlas en casa

Las manzanas se guardan en el frutero o en la nevera. Subirà recuerda que “como sucede con la mayoría de frutas, tener la mercancía en un frigorífico alargará más su vida útil. Si las tenemos a temperatura ambiente, la deshidratación y pérdida de turgencia de la piel se aceleran, al igual que se reduce muy rápido su dureza”. 

A temperatura ambiente, las manzanas producen bastante etileno, “que

puede hacer que otras frutas a su alrededor maduren antes de lo previsto”. Esta cualidad hay que tenerla muy presente si cerca hay otras frutas más delicadas, como ciruelas, paraguayas o fresón, ya que podría acortar su duración.

¿Y si tenemos manzanas golpeadas o con la piel arrugada? La solución son las recetas de aprovechamiento para evitar el desperdicio alimentario. El experto sugiere dar rienda suelta a la imaginación: “Compotas, purés, salsas, zumos, batidos, repostería o incluso, tartas, son siempre grandes opciones para dar valor a las frutas ‘tocadas’ y que no acaben en la basura”. De hecho, la manzana es una de las mejores frutas para batir con lácteos, avena, crema de cacahuete u otras frutas gracias a su consistencia y su sabor suave.