El artículo 2 del Real Decreto 1055/2022, de envases y residuos de envases define envase como ‘todo producto fabricado con materiales de cualquier naturaleza y que se utilice para contener, proteger, manipular, distribuir y presentar mercancías, desde materias primas hasta artículos acabados, en cualquier fase de la cadena de fabricación, distribución y consumo’.
Importancia del envasado de productos alimentarios
Los envases alimentarios son aquellos que protegen los alimentos y hacen posible que esos productos lleguen a nuestra casa preservando sus propiedades sensoriales y nutricionales y sin poner en riesgo la seguridad alimentaria.
En los últimos años el sector de los envases para alimentos se enfrenta también a un nuevo reto: seguir cumpliendo su función, pero de forma más sostenible y generando menos residuos.
Funciones y beneficios del envase
El envasado de los alimentos cumple varias funciones:
- Protección. Permite que el alimento nos llegue íntegro, sin que se derramen los jugos, se seque, se dañe físicamente o se alteren sus cualidades organolépticas. Puede ser para un plato preparado, la tarrina de las frambuesas, la botella de refresco, el tarro de la mayonesa…
- Seguridad alimentaria. Aíslan de la suciedad y de los microorganismos que pudieran alterarlo o producirnos una toxiinfección alimentaria.
- Información. El envase es el soporte del etiquetado con la información nutricional. Proporciona los datos sobre la composición nutricional, los ingredientes, la fecha de caducidad o de consumo preferente, el origen, la forma de prepararlo…
- Durabilidad. El envase aísla del aire y el contacto con microorganismos, insectos u otros animales que podrían degradar o alterar el alimento. Muchos envases incorporan sistemas de conservación que alarga la vida útil del producto, como la atmósfera protectora y la adición de aditivos al envase para alargar la vida útil del producto.
- Valorización visual. El envase cumple una función de marketing y hace apetecible el alimento, bien porque tienen un diseño atractivo, o porque se nos antoja más fácil de consumir. Es lo que sucede con las bolsas de mézclum de lechugas.
- Diferenciación. De esta forma, cada marca aporta sus señas de identidad en el punto de venta. Es lo que nos hace distinguir la lata de tomate de un fabricante de la de otro.
Requisitos para fabricar envases para alimentos
Por su importancia para la seguridad alimentaria de los ciudadanos, los envases están regulados en diversas normativas que especifican conceptos esenciales, como con qué materiales se pueden fabricar los envases destinados a estar en contacto directo con los alimentos, las condiciones de envasado, si deben llevar material reciclado y en qué cantidad…
Una de las normativas fundamentales es el Reglamento 1935/2004, que determina que solo se autorizan aquellos fabricados con materiales que aseguren que, en caso de haber cualquier posible transferencia de sustancias químicas a los alimentos, esta no plantee problemas de seguridad, ni modifique la composición de los alimentos de manera inaceptable, ni tenga efectos adversos en su calidad (por ejemplo, en su sabor u olor).
El Reglamento enumera 17 grupos de materiales y objetos que pueden tener, a su vez, normas específicas que regulen su uso. Es el caso de los plásticos, los materiales plásticos reciclados, los materiales activos e inteligentes, la cerámica y las películas de celulosa regenerada.
Tipos de envases alimentarios según el material
Clara Vilaseca, tecnóloga de los alimentos y responsable de RSC en ALDI España, explica las ventajas y condicionantes de los envases más frecuentes en los puntos de venta de alimentos.
Envases de plástico
No todos los envases de plástico se fabrican con el mismo material. Están las botellas de PET, el polipropileno de las bandejas de pechugas de pollo o del tomate rallado para untar en el pan… “El plástico suele ser más ligero que el vidrio. Además, ya existen envases alimentarios con material reciclado”, explica.
La Comisión Europea ultima la aprobación de una nueva regulación (el Reglamento de Envases y Residuos de Envases-PPWR) que aumentará progresivamente el porcentaje de plástico reciclado presente en los envases alimentarios.
Los envases de plásticos son aptos para casi cualquier tipo de alimentos, desde productos frescos a platos preparados o alimentos ultracongelados.
Envases de vidrio
“El vidrio es 100% reciclable y garantiza la seguridad del producto”, señala Vilaseca. A su favor, que permite visualizar el producto. En su contra, es el material de más peso y el más frágil.
Es habitual para conservas de verduras, mermeladas, encurtidos…Y, por supuesto, para bebidas, en especial, en el sector de la restauración.
Envases de cartón
Este material no siempre es la mejor opción para estar en contacto directo con los alimentos, pero por su versatilidad, facilidad de apilado y poco peso es frecuente para fabricar cajas y embalajes. Suelen llevar una bolsa o caja de plástico en su interior para proteger y aislar el alimento, si bien ya hay propuestas comerciales de envases 100% de cartón. “Es habitual en envases para cereales, infusiones, congelados…”, añade Vilaseca.
Cada vez son más las empresas que utilizan cajas o láminas de cartón certificado procedentes de bosques renovables, o con más del 70% de material reciclado.
Aluminio, acero y hojalata
Es la opción elegida para fabricar latas de bebidas y conservas. “El producto está bien protegido y son materiales continuamente reciclables”, apunta Vilaseca.
Envases de madera
Los encontramos en las cajas de fresón, las de vino y algunos estuches premium para turrones y otros alimentos. Por extraño que parezca, se pueden reciclar y deben depositarse en los contenedores amarillos.
¿Sabes distinguir entre envases biodegradables y compostables?
Suele existir cierta confusión con estos dos conceptos. De cara a la sostenibilidad en una economía circular, es importante saber identificarlos y, sobre todo, saber dónde depositarlos tras su uso.
- Envases compostables. Se fabrican a partir de materiales susceptibles de descomponerse gracias a la acción de microorganismos que los transforman en abono o compost. Esto puede hacerse en una compostadora doméstica o depositándolos en el contenedor marrón de residuos orgánicos. Por normativa, son compostables las bolsas en los autoservicios de panadería y frutería.
- Envases biodegradables. Desaparecen de forma natural por acción de la luz, el agua o el aire. Aún son poco frecuentes y caros. Se elaboran, por ejemplo, con cáscara de cacao. Aunque pueden degradarse en el medio ambiente, este proceso no es instantáneo, por lo que se convierten en un residuo si se arrojan en cualquier sitio. Por eso se recomienda depositarlos en el contenedor marrón.
Envases de un solo uso y reutilizables
Tanto la Unión Europea como España trabajan en la posibilidad de que, a medio-largo plazo, se aumente el porcentaje de envases alimentarios que puedan ser reutilizables o rellenables en el propio establecimiento o en otros. Una posibilidad, que ya funciona para bebidas en países como Alemania o Países Bajos, es aumentar la venta de productos en envases reutilizables que se retornan una vez vacíos. El consumidor paga una especie de ‘fianza’ al comprarlos que se le devuelve cuando deposita los envases ya vacíos.
Otra opción en la que ya se trabaja es la implementación de sistemas de ‘refill’ o rellenado. Ya hay proyectos piloto en algunos supermercados europeos para rellenar botellas de refrescos.
Es importante tener en cuenta que no todos los envases son iguales y no todos admiten la reutilización con total seguridad. De igual forma, no todos soportan igual de bien varios ciclos de uso sin deteriorarse. Por ejemplo, podemos reutilizar para guardar otros alimentos en casa la lata de galletas (aluminio u hojalata) o el bote del cacao del desayuno (normalmente, de plástico, como el polipropileno). En cambio, se desaconseja reutilizar las botellas de agua, ya que el material (plástico PET) se va deteriorando.
Cómo reciclar los envases
El Real Decreto 1055/2022 obligará, a partir de enero de 2025, a indicar en los envases los logos o símbolos de los contenedores de reciclaje donde deben depositarse los envases. Puede ser uno solo o varios (por ejemplo, el tapón en el amarillo de los envases y el tarro de vidrio, al contenedor verde). Es una medida que busca orientar al ciudadano para saber dónde debe depositar cada envase para darle una solución de circularidad.
Vamos a ver algunos ejemplos de cómo y dónde debemos depositar algunos de los envases alimentarios más frecuentes en nuestra despensa.
- Envases pelables. Se componen de una tarrina sellada con un film en su parte superior. Así se aísla del exterior, pero se abre con facilidad. Son pelables los envases del jamón en lonchas, los yogures…Ese film va al contenedor amarillo. El resto del envase, si es de plástico, al amarillo; si es de vidrio (como el café soluble), al verde.
- Botellas de cristal con tapón. La botella debe depositarse en el contenedor verde para vidrio y el tapón, ya sea de plástico o metal, en el amarillo. Un ejemplo habitual es el aceite de oliva virgen extra premium.
- Tetra brik. Estos envases llevan plástico, papel y aluminio. Se deben depositar en el amarillo y en la planta de reciclaje se encargan de separarlos para su reciclaje por separado.
- Malla de los cítricos. Si son de plástico, al contenedor amarillo. También hay mallas fabricadas en materiales compostables, como celulosas o biopolímeros. En este caso, hay que depositarlas en el contenedor marrón de los desechos orgánicos.
- Sleeve. Es esa especie de camisola que a veces llevan los productos, coincidiendo con una campaña o alguna acción especial. Una vez la retiramos, vemos el envase de siempre. Esa ‘camisola’ o ‘sleeve’ es de plástico y se debe depositar en el contenedor amarillo.
Envases con etiqueta IML. Es esa tarrina de guacamole fresco en la que no podemos quitar la etiqueta porque se imprime en el propio envase. “La etiqueta suele fabricarse con el mismo tipo de plástico que el resto del envase, por lo que todo va al contenedor amarillo”.
El Consejo de ALDI
Sea cual sea el envase de los alimentos, no olvides depositarlo en el contenedor pertinente para reciclarlo: al azul, los de cartón; al verde, los de vidrio; al amarillo, los de plástico y en el marrón, las bandejas de bambú y otros materiales compostables.
Clara Vilaseca. Es graduada en Ciencia y Tecnología de Alimentos con Postgrado de Desarrollo Directivo en Negocios Sostenibles y finalizando MBA. Después de trabajar como técnica de calidad en un catering de colectividades entró en ALDI, donde lleva más de 8 años. Primero como specialist en el área de Calidad y desde hace casi 2 años como responsable de RSC.