Cuando en 2014 se aprobó la Norma de Calidad para el yogur, las redes sociales y los medios de comunicación convencional se llenaron de artículos explicando por qué los yogures ya no llevaban fecha de caducidad por qué ahora se indicaba una fecha de consumo preferente. Ambos conceptos nos indican el período de tiempo en que un alimento es seguro para su consumo y conserva todas sus cualidades organolépticas. Hay, sin embargo, algunos matices importantes que hoy hacen que nos detengamos en las diferencias entre la fecha de caducidad y consumo preferente.
¿Qué es la fecha de caducidad?
Claudia García, tecnóloga de los alimentos y responsable de Calidad en ALDI Central de Compras (España), explica que “la fecha de caducidad es la fecha hasta la cual el producto mantiene intactas todas sus propiedades con total seguridad para nuestra salud. Pasada esa fecha, no se debe consumir”, explica.
La fecha de caducidad se usa para productos frescos envasados muy perecederos, como carnes, aves, pescados y mariscos, verduras y frutas. A partir de esa fecha aumenta el riesgo de que proliferen microorganismos patógenos que podrían causar una toxiinfección alimentaria.
¿Por qué se venden más baratos cuando están a punto de caducar?
Una estrategia habitual en los puntos de venta de producto fresco es bajar el precio de los productos con fecha de consumo próxima. De esta forma se dinamiza su venta y se reduce el desperdicio alimentario, ya que, en ese momento y siempre que se consuman en fechas próximas, el alimento es seguro. “Si el producto se ha mantenido con las condiciones de conservación que indica el fabricante en el etiquetado, el producto se puede consumir hasta la fecha de caducidad”, recalca García.
En estos casos hay que seguir conservando el alimento en la nevera, si es refrigerado, y consumirlo o cocinarlo cuanto antes.
Otra opción es congelarlo antes de la fecha de caducidad. Una vez descongelado en nevera o en microondas, habrá que consumirlo en el mismo día.
¿Qué es la fecha de consumo preferente?
La fecha de consumo preferente “es la fecha hasta la cual el alimento conserva todas sus propiedades, siempre que haya estado conservado siguiendo las condiciones indicadas en el envase por el fabricante. Se utiliza en productos más estables microbiológicamente”, apunta la experta.
En este grupo encontramos las conservas, la pasta, el arroz, galletas, las legumbres, los yogures, las leches y bebidas vegetales las salsas…
¿Pasa algo si me como un alimento caducado?
La principal diferencia entre consumir preferentemente y la fecha de caducidad, es que esta última vendría a ser un límite que no se debe cruzar. “A partir de ese día concreto, ni el fabricante ni el distribuidor garantizan que sea seguro”, advierte la experta. Aunque aparentemente tenga buen aspecto y no huela raro, hay que tirarlo a la basura. La normativa prohíbe terminantemente la venta de productos caducados.
¿Me puedo comer un alimento pasado de fecha de consumo preferente?
La principal diferencia entre la fecha de caducidad y consumo preferente nos lleva al momento del consumo. "Sí que podemos consumir un producto que ha excedido su fecha de consumo preferente. En este caso, no hay riesgo con relación a la seguridad alimentaria, no vamos a enfermar al ingerirlo siempre que el envase esté intacto”.
Ahora bien, es un producto que se elaboró y envasó hace tiempo y puede que ciertas cualidades organolépticas hayan empeorado. Puede estar más reseco, algo más rancio o visualmente menos apetecible. “No existe una norma concreta que determine cuánto tiempo después de la fecha de consumo preferente se puede comer un alimento. Dependerá de la estabilidad del producto, de sus condiciones de conservación (temperaturas frescas, baja humedad)”, apunta la experta.
Como norma general añade que “la recomendación es no dejar pasar mucho tiempo después de la fecha de consumo preferente. Si la fecha se pasó hace mucho, siempre debemos comprobar el estado del envase y del propio producto: si huele raro o tiene un aspecto que nos haga sospechar, hay que descartarlo”.
El Consejo de ALDI
Los alimentos que cocinamos en casa también tienen fecha de caducidad. Para no correr riesgos, pon una pegatina con la fecha de elaboración en la fiambrera donde guardas las sobras.
Claudia García. Ingeniera técnico agrícola y tecnóloga de alimentos. Es responsable de Calidad en ALDI Central de Compras (España). Anteriormente ha trabajado como técnico de procesos logísticos y como responsable corporativo de Calidad de Productos Frescos en Caprabo - Eroski. Ha sido responsable de Calidad en Comertel y consultora en Institut Català de Tecnologia (Unitat d'Assessorament).