Aunque popularmente se usa el término “edulcorante” para hablar de una sustancia sintetizada, sin calorías y con propiedades de endulzar, la realidad es que, en sentido extenso y riguroso, define cualquier sustancia, tanto natural como artificial, que hace que un alimento sea más goloso. Y, por tanto, sí: el azúcar blanco de su azucarero también es un edulcorante. Y a los expertos no les gusta que preguntemos cuál es el edulcorante más sano…
Por qué no se deben clasificar los edulcorantes en saludables o no saludables
La creencia de que los procedentes de alimentos, como el azúcar, sea blanco, moreno o de panela o la miel, son más sanos, se basa en que contienen otras sustancias que compensan, como los polifenoles de la miel.
Sin embargo, el contenido de la miel en azúcar (sacarosa) es tan elevado que su efecto metabólico es similar al del azúcar añadido, cuya ingesta debe reducirse a menos del 10% de las calorías diarias según la Organización Mundial de la Salud ( OMS) e incluso al 5% como se está planteando actualmente.
Entonces, ¿qué tipos de edulcorantes hay?
Su clasificación debe realizarse según su naturaleza u origen y contenido energético.
Procedentes de alimentos
Todos los azucares y derivados de azucares y polioles que están en los alimentos y que se pueden extraer de los mismos , como la sacarosa (azúcar de mesa) , la fructosa de la miel o de la fruta o la glucosa de la miel o la uva, cuando se extrae con el propósito de endulzar.
Por ejemplo, el jarabe de glucosa se extrae del almidón de maíz, la sacarosa de la caña de azúcar o la remolacha azucarera y la fructosa también del almidón de maíz por un cambio de la configuración de su glucosa. Otras alternativas son la stevia o el sirope de agave.
Es mejor no llamarlos “naturales” para no dar sensación de que son saludables sin rechistar. Los polioles aunque estén naturalmente presentes en algunas frutas como la ciruela, se producen industrialmente como edulcorantes a partir de la de otros azúcares.
Artificiales
Resultados de procesos en laboratorio con un poder edulcorante muy superior a la sacarosa del azúcar de mesa y que están elaborados a partir de diferentes compuestos químicos.
Como sustancias químicas que son se excretan por la orina como tal o como sustancias derivadas. Son ejemplos la sacarina, el ciclamato sódico, aspartamo o el acesulfamo-k.
También hay edulcorantes sintéticos de origen vegetal como el estaviósido, procedente de la Stevia.
Calóricos
Significa que tienen calorías. Son el azúcar, la panela, la miel, el jarabe de glucosa…
Acalóricos
Así se llaman a los que no tienen calorías o contienen muy pocas. Se suelen utilizar para quienes no pueden prescindir de un nivel de sabor dulce pero huyen de las calorías que aporta, por ejemplo, el azúcar.
Mientras los procedentes de alimentos se han utilizado siempre, los sintéticos acalóricos nacieron como respuesta de la industria al gusto de la sociedad actual y su preferencia por el sabor dulce y sin añadir calóricas de más.
¿Qué necesidad hay de usar endulzantes que engordan si existen los que no engordan?
Quienes añaden edulcorantes calóricos a sus procesados o los utilizan en su día a día lo hacen por alguna de estas razones:
- Sabor. Endulzar con un alimento, como la miel o, añade matices sensoriales y textura que no se logran con los acalóricos.
- Salud. Algunas personas pueden sufrir molestias gastrointestinales con ciertos sintéticos.
Los expertos siguen vigilando los edulcorantes acalóricos de cerca…
Los edulcorantes acalóricos no tienen calorías ni azúcares. Por tanto, no tienen el mismo impacto metabólico que uno que sí tiene calorías como el azúcar.
Existe evidencia científica de que pueden tener efectos no deseados ante un consumo excesivo. El más habitual es un efecto laxante, siempre a grandes dosis. Y hay estudios que apuntan a ciertos efectos negativos sobre la microbiota intestinal.
Para prevenirlos, la legislación vigente limita su uso a ciertas cantidades cuando la industria alimentaria los utiliza para endulzar alimentos. Y obliga a informar de la presencia de polioles y/o aspartamo en el etiquetado de los productos dirigidos al consumidor final.
El Real Decreto 2002/1995 señala que "los alimentos que contengan polioles y/o aspartamo deberá incluir las siguientes advertencias":
- Polioles: "el consumo excesivo puede producir efectos laxantes".
- Aspartamo: "constituye una fuente de fenilalanina".
- Sal de aspartamo y acesulfamo: "contiene una fuente de fenilalanina".
Los edulcorantes podrían tener efectos sobre la percepción del sabor dulce
Se entiende por umbral del dulzor el nivel máximo de endulzamiento que gusta a cada paladar. Hay personas que no soportan el dulce. Otras, en cambio, disfrutan con alimentos muy empalagosos.
El riesgo con los sustitutos del azúcar no es solo acostumbrarse a alimentos muy dulces y acabar tolerando sin problemas otros muy azucarados porque son “más palatables”. El peligro está en lo que llaman el “efecto halo”: creer que ciertos alimentos que de por sí no son saludables, sí lo son por tener menos calorías en el endulzante. Y acabar comiendo de más.
Baladia advierte de ese riesgo con perfiles nutricionales poco saludables, como la bollería industrial. “Muchas veces los alimentos edulcorados tienen una cantidad de grasas enorme, para nada saludables. Sucede con la bollería”, explica.
En el caso de los refrescos sin azúcar, aunque aporten muy pocas calorías, siempre será mejor tomar agua como bebida de elección.
Ni siquiera recomiendan edulcorantes para diabéticos
En personas en su normopeso y con una dieta variada y equilibrada “no hay necesidad de tomarlos, ni recurrir a alimentos edulcorados”, declara Baladia.
En diabéticos pueden ser útiles en casos puntuales, como Navidad, en los que desean comer lo mismo que el resto.
Este experto añade que “en personas con obesidad se pueden incluir dentro de una estrategia transitoria de reeducación de los hábitos alimenticios. Por ejemplo, si bebe muchos refrescos azucarados y no es capaz de dejarlos de un día para otro”.
Por ahora, no hay evidencia suficiente de que los edulcorantes produzcan cáncer.
No hay estudios concluyentes que avalen los temores por su relación con ciertos tipos de cáncer.
Baladia comenta que : “Las autoridades sanitarias no permitirían su consumo si hubiera ese riesgo constatado y los límites legales siempre tienen en cuenta que el usuario pueda consumir de más”.
Los edulcorantes artificiales más comunes
Sacarina E-954
Endulza entre 300 y 500 veces más que el azúcar. No tiene calorías, no se metaboliza y se expulsa por la orina. Apta para diabéticos.
Maltitol
Sabor similar al del azúcar con apenas 2,1 calorías/gramo, pero con la mitad de poder edulcorante (0,5 veces el azúcar). La industria lo emplea mucho en alimentos ‘bajos en calorías’ y en los “sin azucares añadidos” ya que lo utiliza como sustituto del azúcar
Aspartamo E-951
Es 200 veces más dulce que el azúcar. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria EFSA ha ratificado su seguridad. Se descompone en acido L-aspártico, y L-fenilalanina, por eso la advertencia del aspartamo a las personas que padecen fenilcetonuria).
Ciclamato sódico E-952
El menos dulce. Es 30 veces más dulce que el azúcar. Se emplea en bebidas y mermeladas light, entre otros. Se absorbe poco y se excreta por la orina y lo que no se absorbe es metabolizado por las bacterias intestinales.
Acesulfamo-K E-950
Endulza 200 veces más que el azúcar, pero tiene un regusto amargo. Es como la sacarina, no se metaboliza y todo se excreta por la orina.
Xilitol
Con un poder edulcorante 1, es decir, similar al azúcar, ycon 2,9 calorías/gramo Se sintetiza a partir del azúcar de abedul. No produce caries, por eso es habitual en chicles.
Sorbitol
Tiene menos calorías que el azúcar (solo 2,4 kcal/gr), no produce caries y no requiere insulina para metabolizarlo. Habitual en refrescos light.
Stevia
Su poder endulzante 300 veces más que el azúcar y se ha escrito mucho acerca de si es más saludable porque procede de una planta. “Es todo marketing. Un alimento será saludable si lo es por sí solo, edulcorado con stevia o sin ella”, declara rotundo Baladia.
El Consejo de ALDI
Si tienes problemas con el azúcar en la sangre o condiciones de salud específicas, es importante que consultes a un profesional de la salud antes de incorporar edulcorantes en tu dieta.
Eduard Baladia. Coordinador del Área de Gestión del Conocimiento Científico y del Centro de Análisis de la evidencia Científica de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Director de Red de Nutrición Basada en la Evidencia (RED-NuBE) y Profesor Asociado en el Departamento de Ciencias Experimentales y Metodológicas de la Universidad de Vic. Instagram @ebaladia. Twitter: @EBaladia. FB: @ebaladia