En moda se habla de ‘fondo de armario’ para referirse a esas prendas básicas que siempre te sacan de un apuro, como un pantalón vaquero o una camisa blanca. En la cocina también conviene tener un ‘fondo de despensa’ a base de alimentos no perecederos. Esa comida no perecedera no requiere una gran inversión, dura mucho y seguro que nos sacará de un apuro si un día tenemos una visita imprevista o se nos olvida ir a la compra.
Qué son los alimentos no perecederos
Los alimentos no perecederos son aquellos que, siempre que se almacenen correctamente, tienen una vida útil prolongada sin necesidad de meterlos en la nevera.
Esta durabilidad se explica porque tienen unas características especiales, o un tipo de envasado, que hace que resistan muy bien la humedad, el calor o la exposición al aire.

La comida no perecedera, ¿no caduca nunca?
Los productos no perecederos no son eternos. Tampoco podemos referirnos a ellos como ‘productos que no caducan’, ya que al cabo de un tiempo más o menos largo, perderán propiedades, aunque no exista un riesgo microbiológico.
Claudia García, tecnóloga de los alimentos y responsable de Calidad en ALDI Central de Compras (España), recuerda que todos los productos alimentarios deben tener definida una fecha de duración mínima, ya sea fecha de caducidad o fecha de consumo preferente. a durabilidad dependerá de las características del producto y su estabilidad, y no sólo del método de conservación. Es difícil dar un dato concreto sobre cuánto dura un producto no perecedero”, apunta.
Como regla general, apunta las siguientes:
- conservas en lata: hasta 2 años
- conservas de hortalizas en tarro de cristal: hasta 1 año
- envasados al vacío: hasta 1 año
- alimentos deshidratados: hasta 1 año
- alimentos con conservantes de otro tipo (galletas, mermeladas, barritas de cereales…): hasta 1 año
Es importante tener en cuenta que los alimentos pueden ser perecederos o no perecederos. El concepto de ‘alimentos semi-perecederos’ es solo un reclamo de marketing para dar una sensación de mayor frescura a alimentos que, legalmente, son no perecederos y, por tanto, con fecha de consumo preferente.
Lista de alimentos no perecederos que deberías tener en casa
Aunque la lista de esos básicos de fondo de despensa varía según los gustos de cada hogar, hay ciertos productos no perecederos para almacenar que suelen coincidir en todas las listas. Son los siguientes:
- Legumbres cocidas en conserva. Alubias, garbanzos, lentejas, guisantes…
- Legumbres secas. En este caso, la durabilidad puede ser de varios años si está bien almacenado sin humedades, aunque requieren de remojo previo y cocción para su consumo.
- Conservas de pescado. Sardinillas, atún en lata, mejillones… Aportan proteínas, ácidos grasos omega 3 y nos sirven de aperitivo en caso de visita sin avisar.
- Caldos. De pollo, de jamón, de pescado, de verduras… Los hay en tetra brik y en botellas de vidrio. Los primeros son perfectos para tener en casa en los días de invierno, para dejar en las segundas residencias o para personas que viajan mucho y llegan a casa sin nada recién hecho en la nevera. Mejor elegir los de contenido reducido en sal.
- Arroz y pastas. En 10-20 minutos te resuelven una cena (con una lata de atún, por ejemplo), o una ensalada o la llegada de un hijo con varios amigos que se quedan a comer en casa.
- Harina. Lo mismo nos sirve para una bechamel que para rebozados, para bizcochos o para espesar una salsa.
- Conservas vegetales. Judías verdes, borraja, acelgas… Las verduras en conserva conservan gran parte de los nutrientes de las hortalizas y nos permiten cumplir con ese 50% verde del plato de Harvard sin apenas manchar en la cocina. Tampoco está de más, tener unas latas de frutas en su jugo.
- Tomate entero o triturado. En realidad, podría incluirse dentro de las conservas vegetales, pero es tan socorrido en la cocina que tiene entidad propia.
- Deshidratados. Frecuentemente se olvidan, y, sin embargo, son saludables y rápidos de preparar. Aquí encontramos el puré de patata en copos, vegetales deshidratados, frutas desecadas (orejones, pasas, higos, dátiles) o sopas deshidratadas de contenido reducido en sal …
- Café, té, infusiones. Aunque no los tomemos, nunca está de más para ofrecer a los invitados. Si no te gusta el café, siempre puedes tener un pequeño bote de café soluble por si acaso.
- Azúcar de mesa. ¿Los dietistas-nutricionistas recomendando tener azúcar en casa? La respuesta es clara: sí, si su consumo es limitado, no supone ningún problema. Las fuentes de azúcar que sí les preocupan son las de las bebidas y lácteos azucarados, los dulces y bollería, etc. si se consumen con demasiada frecuencia. Por si a tus invitados no les apetece tomar ese café con azúcar, siempre está bien tener algún edulcorante, como sacarina (cuya seguridad ha sido recientemente reevaluada y ratificada por la EFSA) o stevia.
- Galletas. Por idéntica razón a la anterior. Una cosa es que nosotros llevemos un estilo de vida saludable y otra agasajar a nuestros invitados con unos palitos de zanahoria. El dulce forma parte de nuestra cultura como sociedad y es uno de los acompañamientos estrella de ese café con invitados.
- Frutos secos. Nos sirven como aperitivo en caso de tener invitados, como tentempié durante el teletrabajo, piscolabis en las excursiones al campo y como complemento en ensaladas y purés.
- Aceite. A ser posible, aceite de oliva virgen extra.

Trucos para armar una despensa a base de alimentos no perecederos
Los alimentos en conserva y otros que podemos agrupar bajo el concepto de alimentos no perecederos tienen una larga durabilidad bajo condiciones estables. García recuerda que “la época más complicada es el verano donde la temperatura de las cocinas puede alcanzar valores de 30°C o más. A esas temperaturas, algunos productos alimentarios pueden sufrir cambios. Mi recomendación es favorecer la rotación de los alimentos y no dejarlos olvidados en los armarios”.
Para que nuestro ‘fondo de despensa’ de alimentos no perecederos esté siempre en perfecto estado conviene seguir estos consejos:
- Revisar periódicamente qué tenemos y dónde están. Hay productos que no se usan a menudo y podemos olvidar que los tenemos. Suele pasar con los frutos secos que compramos para nuestras salidas por la montaña en verano y que quedan olvidados al fondo de la alacena al llegar el otoño.
- Aprovechar la limpieza periódica para revisar y tirar. Cada cierto tiempo conviene limpiar los armarios para eliminar polvo y asegurarnos de que no hay humedad o insectos (especial atención a polillas y gorgojos en harinas y legumbres). Es buen momento para chequear fechas de consumo preferente por si hay algún producto muy pasado. También nos servirá para comprobar que todos los envases están en buen estado, que no hay latas abombadas o en envases rotos o taladrados por insectos.
- Comprobar que no se han enranciado los frutos secos. Por su alto contenido en grasas, en verano o en armarios próximos a una fuente de calor, tienen a ponerse rancios.
- Seguir las instrucciones del fabricante. Si dice Conservar en lugar fresco y seco hay que procurar almacenar en el lugar que mejor cumpla esas condiciones.
- Atención a las conservas caseras. Si las hemos hecho en casa (mermeladas, verduras…) hay que anotar la fecha de envasado. Que sean caseras no equivale a que vayan a durar más.
El Consejo de ALDI
Limpia de forma regular los cajones y baldas de los armarios de la cocina para evitar la aparición de insectos o mohos por la humedad. Aunque los alimentos sean no perecederos y estén envasados de fábrica podrías encontrarte ‘visitantes’ indeseados en la despensa.

Claudia García. Ingeniera técnico agrícola y tecnóloga de alimentos. Es responsable de Calidad en ALDI Central de Compras (España). Anteriormente ha trabajado como técnico de procesos logísticos y como responsable corporativo de Calidad de Productos Frescos en Caprabo - Eroski. Ha sido responsable de Calidad en Comertel y consultora en Institut Català de Tecnologia (Unitat d'Assessorament).
