Los productos light irrumpieron en el mercado en los años 80. Por aquel entonces lo que se buscaba era reducir las grasas. En los 2000 se empezó a reducir también el azúcar o la sal. Las razones son obvias: el consumo habitual de alimentos ricos en grasas saturadas y trans, azúcares y/o sal se ha asociado a un mayor riesgo de obesidad y otras enfermedades no transmisibles como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares o cáncer.
Más recientemente también han llegado los alimentos 0%. ¿Sabes qué significa lo light en los alimentos? ¿Es lo mismo que el ‘sin azúcar’? ¿Son mejores los zero que los light? Son dudas habituales que surgen al ver la gran cantidad de reclamos bajos en calorías o aligerados en grasas, sal y azúcares que nos tientan desde los lineales. Analizamos las diferencias.
¿Qué son los productos light?
La definición de los alimentos light, como bien recuerda Inés Farré, dietista-nutricionista y técnico de etiquetado de alimentación en ALDI España, nos la da el Reglamento 1924/2006 relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables de los alimentos. “Los productos light se definen como alimentos a los que se ha reducido el contenido de uno o más nutrientes (grasas, azúcar, sal), como mínimo un 30 % del valor calórico en comparación con un producto similar de referencia”.
Los ejemplos de alimentos light los encontramos en las baldas del supermercado a diario: hay patatas fritas light, kétchup light, galletas light…
¿Qué son los alimentos 0%?
Los productos light no deben confundirse con los productos 0%, sin azúcar, alimentos 0 calorías (también denominados alimentos zero por influencia anglosajona). “Se trata de aquellos alimentos y bebidas que se comercializan como versiones sin aporte energético, sin grasa, sin grasas saturadas, sin azúcares naturalmente presentes o añadidos, sin sodio/ sal naturalmente presentes o añadidos”, apunta Farré.
Para que un fabricante pueda incorporar esas menciones en el envase debe atenerse a lo marcado por el Reglamento 1924/2006. “Las etiquetas alimentarias pueden declarar menciones como ‘sin azúcares’ o “0 % azúcares’ o similares para informar al consumidor que se trata de alimentos sin aporte energético, sin grasa, sin grasas saturadas, sin azúcares, sin azúcares añadidos, sin sodio o sin sal, sin sodio o sin sal añadidos”.
Por extraño que parezca, el concepto 0% no siempre implica la ausencia completa de ese nutriente.“Eltérmino 0% indica que un producto contiene cantidades muy bajas o nulas del nutriente en cuestión. Por ejemplo, la declaración ‘sin azúcar’ o ‘sin grasa’ solamente se puede utilizar cuando un producto no contiene más de 0,5 gramos de azúcar o grasa por 100 gramos o 100 mililitros”.
¿Son realmente saludables los productos light y 0%?
Por lo general, los productos light, así como todos los alimentos 0% o ‘sin’ son productos altamente procesados y de una pobre calidad nutricional. Esto hace que estos productos light sean más saludables que los productos originales, aunque poco saludables si se comparan con otros grupos de alimentos.
¿Por qué? La respuesta es simple: toman como referencia productos altos en grasas, con mucha sal, muchos azúcares añadidos y, en general, muchísimas calorías. En otras palabras, alimentos de baja calidad nutricional cuyo consumo debe ser ocasional. Lo que hacen los fabricantes para reconvertirlos en 0% es ‘reelaborar la receta’, reduciendo uno o varios de esos nutrientes críticos. Cuando tomamos unas patatas fritas de bolsa, el 35% de cada bocado son grasas (datos BEDCA). La versión light reduce las grasas al 22,2%.
¿Es ahora un snack más saludable? En términos generales, sí, pero eso no convierte a las patatas light en un snack saludable como podría ser, por ejemplo, un picoteo de hummus, uno fruta o un puñadito de frutos secos. De hecho, como sucede en este caso, el alimento original tiene tanta sal, tanta grasa o tanto azúcar que, aunque se reduzcan un 30%, sigue aportando un alto contenido de esos nutrientes críticos. El consumo habitual de alimentos light se ha asociado a un mayor riesgo de obesidad y consumo excesivo de calorías, pues trasladan al consumidor el mensaje de que pueden consumirse con mayor frecuencia.
¿Y los alimentos light o zero con edulcorantes?
Una forma habitual de reducir calorías y acceder legalmente a la denominación light es sustituir los azúcares añadidos por edulcorantes, como el maltitol o el aspartamo. Es frecuente en bollería industrial o chucherías.
Obviamente siempre serán mejores opciones, pero por mucho que se reduzca el azúcar, distan mucho de ser productos saludables para consumir a diario. Además, es importante destacar que el consumidor tiende a verlos como opciones que pueden consumirse con mayor regularidad, lo que al final contribuye al consumo de alimentos superfluos que no deben formar parte de la dieta diaria. A esto hay que añadir que, aunque sean aditivos seguros debe considerarse los efectos que los edulcorantes puedan ocasionar, por ejemplo, en la microbiota.
Algo similar sucede con los snacks con menos grasas, los frutos secos fritos con menos sal o los refrescos 0%.
¿Por qué no hay alimentos frescos light?
La denominación light o 0% se aplica siempre a alimentos procesados o poco procesados. Los productos frescos llegan al consumidor tal cual se producen y con sus nutrientes naturalmente presentes. No hay brócoli light, ni muslos de pollo light, ni boquerones light, ni plátano light. Incluso teniendo un alto contenido en grasas, como sucede con el aceite de oliva o los frutos secos, se trata de alimentos saludables cuyo consumo simplemente debe limitarse a la ración recomendada.
En el caso de la leche desnatada y la semidesnatada, estamos ante dos productos mínimamente procesados a los que solo se retira toda o una parte de la grasa naturalmente presente en ese alimento.
El Consejo de ALDI
Los alimentos light y 0% no dejan de ser ultraprocesados que deberían ser de consumo ocasional. Basa tu alimentación en productos frescos y olvídate de lo light, las grasas y los azúcares añadidos.
Inés Farré. Dietista-Nutricionista y Tecnóloga alimentaria. Posee experiencia en el sector retail como Técnico de calidad de marca propia (Condis Supermercats) y actualmente como Técnico de etiquetado de alimentación en ALDI España. Inés trabaja con gran pasión por el mundo de la alimentación y está comprometida con la calidad y la innovación en el sector.
