En la actualidad es fácil localizar en los lineales yogures bifidus o con lactobacterias (bífidas, bifidobacterias, yogur con lactobacilos…). Y es normal preguntarse si esos yogures tienen las mismas propiedades que los yogures tradicionales.
Para salir de dudas, preguntamos a Ramón de Cangas, dietista-nutricionista y miembro del cuerpo de académicos de la Academia Española de Nutrición y Dietética, cuáles son las diferencias entre un yogur bifidus y otro de toda la vida.
La relación entre las bifidobacterias y su concepto comercial
Este experto advierte que "bifidus activo es un término que se usa para referirse a las bifidobacterias. En realidad, solo es el nombre comercial que se le da a las bifidobacterias pertenecientes a la microbiota intestinal".
¿Qué son las bifidobacterias y los lactobacilos?
De Cangas señala que bifidobacterias y lactobacilos son dos de las bacterias probióticas más frecuentes. O como dice la OMS, "son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades apropiadas como parte de un alimento, confieren al huésped un beneficio para la salud”.
¿Pueden las bifidobacterias ser efectivas para la salud?
Numerosos trabajos de investigación avalan los efectos beneficiosos para el organismo de las bifidobacterias. "Diversos estudios sugieren varios efectos fisiológicos positivos con algunas cepas de Bifidobacterium", apunta el doctor De Cangas, doctor en Biología Funcional y Molecular por la Universidad de Oviedo, y dietista-nutricionista por la Universidad de Navarra.
Entre esos efectos positivos ellos, destacan "la eficacia contra la diarrea y el estreñimiento, la inhibición del crecimiento de microorganismos patógenos y la modulación del sistema inmunitario y la proliferación celular intestinal. Además – prosigue – se han relacionado con una menor incidencia epidemiológica de alergias y con la prevención de algunos tipos de tumores”.
Ahora bien, “una parte significativa de los estudios son in vitro, por ello se requiere más investigación. No obstante, no se puede obviar que poco a poco la evidencia se va acumulando", aclara de Cangas, director de Nutrigroup by Ramón de Cangas y autor de 14 libros.
Realmente, ¿necesitamos alimentos con bifidus activo?
Ante tal retahíla de beneficios, parece lógico pensar que incluir yogures enriquecidos con estos microorganismos sería la decisión más inteligente. Pero "a día de hoy, no hay evidencias científicas relevantes de que los yogures con bífidus activo sean más beneficiosos que los normales", subraya el experto.
Tampoco hay evidencia clara de que “al consumirlos, estos probióticos resistan adecuadamente a la acción del ácido estomacal y sean capaces de implantarse en el sistema digestivo", asegura de Cangas.
En cualquier caso, este experto recalca que “no se debe olvidar que todos los yogures y matrices lácteas fermentadas de la leche ya contienen por sí mismos probióticos, como los lactobacilos, que generan beneficios fisiológicos en nuestro organismo. No es necesario añadirles más microorganismos".
El yogur como regulador de la microbiota intestinal
Las bondades de este alimento hacen que su consumo se considere una buena opción dietética, incluso a diario. "La ingesta de matrices lácteas fermentadas, como el yogur, sobre todo en su versión entera y natural no azucarada, se relaciona con beneficios cardiometabólicos (además de su interesante composición nutricional) derivados de las características de la matriz láctea fermentada que contiene probióticos, péptidos bioactivos, transpalmitoleato, ácido margárico… “, apunta el doctor de Cangas.
De hecho, "hay suficiente evidencia para recomendar su consumo diario. Diferentes estudios sugieren que el consumo de varios yogures por semana, o incluso cada día, ayuda a un mejor control de peso y un menor riesgo de diabetes tipo 2", añade.
La recomendación de tomar yogur natural nace de la evidencia de sus efectos beneficiosos en la microbiota intestinal.
"Está demostrado que la presencia de ciertas cepas de bifidobacterias y de otros microorganismos, ya presentes en el yogur natural, puede ayudar a la recuperación de la microbiota alterada por la dieta, la toma de antibióticos o por las infecciones gastrointestinales. Sus beneficios se refieren, tanto a la protección contra patógenos, como a la producción de postbióticos (sustancias que producen las bacterias buenas), así como al mantenimiento de la mucosa intestinal, metabolismo y absorción de ciertos nutrientes o a la modulación del sistema inmune", aclara el dietista-nutricionista.
¿Es bueno el yogur para la diarrea? ¿Y para el estreñimiento?
Una de las dudas que más se encuentran los dietistas-nutricionistas en sus consultas es la de si el yogur estriñe o es laxante y si es bueno tomar yogur para la diarrea. En otro artículo ya hemos abordado qué yogures tomar para la gastritis. No cabe duda de que nuestra salud digestiva más inmediata suscita preocupación y que los yogures pueden ser una herramienta sencilla para el manejo de algunos síntomas.
Como todos los alimentos probióticos, el punto fuerte del yogur es su capacidad para equilibrar el universo microbiano del intestino. Ante un episodio de diarrea o estreñimiento, gracias a esa funcionalidad, el yogur puede regular la microbiota intestinal y, en última instancia, ayudar a restablecer normal funcionamiento.
Dicho de otra forma y resolviendo una de las dudas que más búsquedas genera en Google: el yogur es bueno para el estreñimiento y también, para la diarrea.
De Cangas, advierte, no obstante, que aquellas personas con una intolerancia severa a la lactosa pueden tener complicaciones digestivas con los yogures, independientemente de cuántas bacterias beneficiosas lleven. “A pesar de que el contenido de lactosa en el yogur es mucho menor que en la leche, y que los probióticos ayudan a ‘digerir’ la lactosa, no se puede descartar que cause diarrea en algunas personas. Sobre todo, en aquellas con gran intolerancia", advierte el experto.
En estos casos, no hay que renunciar al yogur. “Si se tiene problemas con este azúcar, no hay que eliminarlos de la dieta, pero sí conviene tomarlos sin lactosa".
El Consejo de ALDI
Un bol de yogur, manzana en trozos, nueces y canela en polvo en un desayuno o una merienda fabulosa para esos días en los que tienes tiempo y te apetece prepararte algo especial. Puedes incluso añadir un topping de semillas de lino o chía. Bon appétit!
Ramón de Cangas. Miembro del Cuerpo Académico. Director de Nutrigroup by Ramón de Cangas, Oviedo, Gijón, Avilés, Madrid, Barcelona y México. Doctor en Biología Funcional y Molecular por la Universidad de Oviedo, Dietista-Nutricionista por la Universidad de Navarra, Biólogo sanitario por la Universidad de Oviedo. Doctorando en Ciencia de los Alimentos por la Universidad de Navarra. www.ramondecangas.com. Facebook: Ramón de Cangas. Instagram @ramoncangas. Twitter: @DrRamonDeCangas