Hasta hace poco los llamados ‘nuevos alimentos’ o ‘novel food’ (por su término legal en inglés) eran desconocidos en nuestra cocina. Sin embargo, la globalización y el desarrollo de la tecnología alimentaria han hecho que lleguen a los supermercados, llenándolos de colores y sabores exóticos. Pero también, de nutrientes interesantes, compuestos bioactivos o nuevos ingredientes tecno-funcionales.
¿Qué son los nuevos alimentos?
Salvando los más de 500 años que nos separan, podemos decir que tras el descubrimiento de América los europeos ya experimentamos lo que significa la llegada de alimentos nuevos a nuestras despensas. Por entonces, la aparición de la patata, el maíz, el cacao, el tomate o los pimientos revolucionaron la alimentación y cambiaron para siempre la cocina de nuestros antepasados. Ante los ojos de un ciudadano del siglo XVI, aquellos productos eran tan novedosos y extraños como lo pueden ser hoy en día para nosotros la espirulina, la chía, la quinoa o la pitahaya (fruta del dragón).
La única diferencia es que ahora contamos con un término en inglés que los define, novel food, y una regulación muy estricta que los controla. Aunque para ser justos, ahora no solo se trata de productos llegados desde países lejanos. En la mayor parte de las ocasiones, se trata de productos desarrollados en suelo europeo gracias a la tecnología más puntera y muchas horas de investigación. Algunos de esos productos son fácilmente identificables en las baldas de los supermercados. Otros, en cambio, se quedan como meros ingredientes o alimentos funcionales usados por la industria alimentaria o farmacéutica para elaborar suplementos nutricionales.
Nuevo alimento es todo lo que no comíamos antes de 1997
Los nuevos alimentos se rigen por el Reglamento 1169/2011 de información alimentaria facilitada al consumidor, modificado años después por el 2015/2283. Según esta normativa, cualquier alimento que no se estuviera consumiendo de manera significativa antes de mayo de 1997 en la UE, con independencia de las fechas de adhesión de los Estados miembros a la Unión, se considera un ‘nuevo alimento’ o novel food.
Este término comprende “nuevos alimentos, alimentos procedentes de nuevas fuentes, nuevas sustancias utilizadas en los alimentos y nuevas formas y tecnologías para elaborar alimentos, explica Pedro L. Prieto-Hontoria, licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y académico de número en la Academia española de Nutrición y Dietética.
Valor nutricional de los nuevos alimentos
Además de aportar color y exotismo a nuestra despensa, aquellos alimentos que logran una evaluación positiva de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la correspondiente autorización por parte de la Comisión Europea, aportan también valor a la dieta. “Tendríamos que evaluar caso a caso, pero a nivel general podemos decir que aportan diversos beneficios para la formulación de alimentos innovadores con perfiles nutricionales mejorados, o con una mayor calidad nutricional. Ahora bien, no debemos olvidar que no son alimentos milagrosos. Los superalimentos no existen”, recalca.
Nuevas proteínas
En muchos casos, estos alimentos son fuentes alternativas con un mayor contenido de proteínas, o, al menos, más sostenibles o simplemente, muy abundantes. Es el caso de alguna harina de insectos.
Alimentos funcionales
En otros casos, se trata de nuevos alimentos funcionales. “Estos tienen un mayor contenido de compuestos bioactivos, como los fitoesteroles que pueden ser beneficiosos para la salud humana, dentro de una dieta saludable y reducir el colesterol, o son fuentes de vitamina K y ácidos grasos omega-3, como el aceite de krill”, matiza el experto.
Impulsar los sabores y la digestibilidad
La industria alimentaria no solo trabaja con alimentos. Necesita que esos alimentos tengan sabores sorprendentes, que ese sabor dure más, o que al llegar al estómago no nos causen problemas. Muchos de estos nuevos alimentos son, en realidad, nuevos ingredientes y hasta nuevos productos con tecnologías innovadoras. Es el caso de la nanotecnología que permite a los científicos que trabajan con alimentos enmascarar sabores, una liberación controlada de compuestos beneficiosos para la salud, una reducción de azúcar y sal añadidos, etc. “Más allá de la nutrición, son alimentos que resultan interesantes para diversificar las dietas, ya que permiten introducir nuevos sabores, texturas y opciones alimentarias de biodiversidades tan ricas como la peruana, la brasileña o la africana”.
En definitiva, no podemos afirmar que los novel foods sean más saludables que los alimentos tradicionales de la dieta mediterránea, pero sí “pueden ser fuente de proteínas sostenibles, ricos en minerales, vitaminas o compuestos bioactivos que ayuden a mejorar ciertos aspectos de la salud, como reducir el colesterol o el estrés oxidativo”.
Listado de nuevos alimentos
Una vez que la EFSA aprueba un nuevo alimento, se incorpora al catálogo de nuevos alimentos aprobados por la Unión Europea. Este listado es público y cualquier ciudadano lo puede consultar en Internet.
Si echamos un vistazo reconoceremos muchísimos alimentos, ingredientes o avances que hoy son habituales en nuestra despensa.
Insectos, esteroles y aceite de krill
Prieto-Hontoria enumera algunos de los más recientes: “Los insectos y sus harinas derivadas para consumo humano, los esteroles vegetales (utilizados en derivados lácteos y que ayudan a reducir el colesterol), el aceite de krill rico en ácidos grasos poliinsaturados del tipo omega 3…”.
Nanotecnología
También entra en esta lista el uso de la nanotecnología. Esta tecnología sirve, por ejemplo, para encapsular nutrientes de forma que sean menos lesivos para el sistema digestivo de algunas personas o no causen diarreas en pacientes sensibles.
La norma señala que para garantizar “un alto nivel de protección de la salud humana y de los intereses de los consumidores, todo alimento que contenga o consista en nanomateriales artificiales debe ser considerado un nuevo alimento con arreglo al Reglamento”. El término ‘nanomaterial artificial’ queda definido en el Reglamento 1169/2011.
Edulcorantes y saborizantes
Hay algunos nuevos alimentos con los que la población se encuentra más familiarizada. Es el caso de algunos edulcorantes (stevia) y algunos de sus usos. En cambio, otros resultan más desconocidos, como algunos complementos alimenticios. “Por ejemplo, se han autorizado y registrado algunos de ellos elaborados a partir de pulpa y piel liofilizadas de Synsepalum dulcificum, una baya original de África Occidental (popularmente conocida como “miracle berry” o “miracle fruit”) que contiene miraculina, una glicoproteína con la propiedad de enmascarar los sabores ácidos y transformarlos en dulces si se consume previamente a la ingesta de alimentos y bebidas”, explica el experto.
Nuevas proteínas y alimentos fortalecidos
Otros ejemplos de nuevos alimentos son:
- Proteína de guisantes y de arroz fermentada por micelios de Lentinula edodes (seta shiitake)
- Polvo de champiñones (Agaricus bisporus) enriquecido con vitamina D2
- Semillas de chía (Salvia hispanica) en polvo parcialmente desgrasados
- Pulpa, jugo de pulpa y jugo concentrado de pulpa de Theobroma cacao L (conocido popularmente como chocolate, y es en base a todo aquello que no se utiliza en muchos casos para hacer cacao)
- Infusión con hojas de café
Prieto Hontoria recuerda que existen otros muchos ingredientes autorizados bajo la definición de novel food que entran a ser parte de la composición de los alimentos. “Se distribuyen de forma normal en nuestros supermercados. Si tenemos curiosidad por verlos, solo hay que leer el etiquetado y buscar en la lista de ingredientes”, señala.
¿Cómo se aprueban los nuevos alimentos?
Cada año crece la oferta de estos nuevos alimentos que se escapan de lo convencional, pero su llegada a los supermercados no es tan sencilla. Antes de poder meterlos en el carro de la compra, estos novedosos productos han tenido que pasar bajo la lupa de la legislación europea. Este proceso no es ni rápido, ni sencillo. De hecho, desde la aprobación del Reglamento sobre Nuevos Alimentos solo el 5% de los candidatos a nuevos alimentos han concluido el proceso con un dictamen favorable. “Para que nos hagamos una idea, en 2024 existen más de 1200-1500 solicitudes relativas en mayor medida a plantas (por ejemplo, sobre proteína de patata o extracto de tomate amarillo), que aún no han logrado una revisión positiva”, relata el experto.
Novedades a partir de 2025
Recientemente la Comisión Europea ha encargado a la EFSA la actualización de las directrices sobre la preparación y la presentación de las solicitudes de comercialización de estos nuevos alimentos. Se aplicará a todas las que se presenten a partir de febrero de 2025. "A partir de ahora, las empresas o solicitantes deberán explicar con detalle, describir e identificar el nuevo alimento, partiendo desde el proceso de producción, la composición, las especificaciones y los usos propuestos. También facilitarán información sobre cómo se debe consumir, historial de uso, toxicología (pruebas de genotoxicidad), propiedades nutritivas, caracterización físico-química, nanomateriales, posibles componentes alérgenos, datos de seguridad, estudios científicos con intervenciones nutricionales, etc.”, indica Prieto-Hontoria.
Después, esta solicitud se recogerá en un dossier y se evaluará en un plazo de 9 meses, según el nuevo protocolo. Si las autoridades entienden que necesitan más información, se interrumpe el proceso, para asegurar que la seguridad para el consumidor está garantizada.
El Consejo de ALDI
Aunque los nuevos alimentos suelen acompañarse de un potente marketing, recuerda que los superalimentos no existen. Y que la dieta mediterránea, que es el super patrón dietético por excelencia, cuenta ya con alimentos muy variados y muy nutritivos y que deben constituir la base de nuestro menú diario y semanal.
Pedro L. Prieto Hontoria. Actual Director de I+D+i y alianzas del Grupo Fresh Business Food & Nutrition, empresa dedicada a la innovación de alimentos con experiencia en la ejecución de proyectos H2020-BBI, CDTI, Gobierno Vasco, Concytec-Perú y empresas agroalimentarias. Es doctor en Alimentación, Fisiología y Salud, y Master Europeo en Nutrición y Metabolismo por la Universidad de Navarra. Licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y diplomado en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad San Pablo CEU. Ha sido investigador, consultor, analista de laboratorio y jefe de control de calidad en diferentes empresas del rubro de la alimentación y universidades tanto a nivel nacional e internacional. Cuenta con más de 60 artículos en revistas indexadas y de divulgación, además de cuatro capítulos de libros, y cuenta con más de 125 comunicaciones en congreso nacionales e internacionales. Es miembro de número de la Academia Española de Nutrición y Dietética. TWITTER: @PrietoHontoriaP INSTAGRAM: Prietohontoria