Adelgazar, mejorar la salud intestinal, o controlar trastornos metabólicos es posible a través de la alimentación, pero hay que saber cómo. Un dietista-nutricionista es el profesional que puede llevar a alcanzar los objetivos, siempre personalizados y en función de nuestro momento vital.
Los ciudadanos son cada vez más conscientes de que la nutrición es un aliado perfecto del bienestar y la salud, pero extraer todo el potencial de la dieta para alcanzar un objetivo concreto no es una tarea fácil.
Pedir consejo y ayuda profesional es una buena decisión para no perderse en la jungla de mensajes y creencias (a menudo carentes de rigor científico) relacionadas con la alimentación. Sin embargo, a partir de este momento ya saltan las primeras dudas: A quién acudir, ¿a un médico endocrinólogo? ¿a un dietista-nutricionista? ¿al farmacéutico?
“Antes, cuando una persona quería ganar o perder peso, iba al endocrino, porque no había dietistas-nutricionistas y porque en esos tiempos era el especialista que más conocimiento tenía de la interacción del nutriente con el organismo. Sin embargo, generalmente, la atención que puede dedicar un endocrino es limitada, bien por falta de tiempo o porque el seguimiento del paciente es espaciado”, explica Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN).
Ahora las cosas han cambiado y “existe la figura del dietista-nutricionista, que es una profesión sanitaria, titulada y regulada, especializada en el abordaje nutricional y dietético de todas las enfermedades que lo necesiten (obesidad, diabetes, cáncer, insuficiencia renal, alergias, intolerancias, etc.) y en todas las etapas fisiológicas que lo requieran (crecimiento, desarrollo, embarazo, lactancia, envejecimiento…)”.
Hechas las matizaciones, Palau deja claro que no son profesionales rivales, al contrario, “el trabajo conjunto entre endocrino y dietista-nutricionista debe existir”, porque en muchos procesos es necesario el tratamiento farmacológico (que prescribe el médico) y el dietético (que corresponde al dietista-nutricionista).
Otra cosa es la cualificación de los farmacéuticos porque, aunque “tienen formación en nutrición y dietética, no son dietistas-nutricionistas”, pero sí tienen la obligación de estar actualizados en conocimientos en nutrición y dietética para ofrecer un consejo nutricional puntual a un paciente que acude a la farmacia.
Una dieta no es (solo) un plan para adelgazar.
Antes de pedir consejo o ayuda profesional, es importante tener claro el concepto de dieta, que a menudo se relaciona con el peso, cuando realmente es “un plan de alimentación; ni más ni menos”, zanja la presidenta del CGCODN.
Sin embargo, esa simplicidad sólo es aparente, ya que “un plan puede incluir los alimentos recomendados, en las cantidades y frecuencia recomendados, con las técnicas culinarias adecuadas, las texturas adaptadas y, muy importante, teniendo en cuenta los gustos, preferencias, aspectos culturales, gastronómicos y religiosos del paciente”.
Y todo ello ajustado a un fórmula nutricional que contemple “el aporte calórico, la distribución calórica en las tomas, la proporción de macronutrientes, las cantidades de micronutrientes, fitoquímicos, bacterias lácticas, agua en función de las características del individuo (sexo, edad, situación fisiológica o patológica, medicación, nivel de actividad física, el grado de estrés o el grado de inflamación)”.
Por último, que la dieta sea la más adecuada para el el paciente no implica que sea fácil de seguir de un día para otro, porque “puede suponer, por ejemplo entre 5 y 10 cambios de hábitos arraigados, que nos llevará tiempo modificar y que se van trabajando en la consulta, uno a uno, para que el paciente no siga una dieta, sino que aprenda a llevar la alimentación adecuada. En definitiva, es una tarea de tiempo y constancia, que “puede llevar, al menos, 6 meses de seguimiento”.
¿Cuándo se necesita un dietista-nutricionista? ¿Cuáles son sus funciones?
En casi todas las etapas de la vida. “Las fases de crecimiento y desarrollo infantil son fundamentales -mucho más si el niño nace con una patología congénita- pero también la alimentación de la madre en el embarazo y en la lactancia”.
Más adelante, la adolescencia es otra etapa clave, “tanto por el crecimiento acelerado, en el que hay que prevenir deficiencias nutricionales, como por el autoconcepto físico, el miedo a no ser aceptado por su cuerpo y el elevado riesgo de debutar en trastornos de la conducta alimentaria”.
La mujer, además de en la etapa de gestación y lactancia, necesita atención dietética y nutricional durante la menopausia para monitorizar sus cambios metabólicos y prevenir deficiencias habituales como el calcio, la vitamina D, además de frenar el aumento de peso o por ejemplo, para la práctica deportiva o por un cambio en la estructura familiar y/o su estilo de vida.
Alma Palau hace especial insistencia en el envejecimiento, al ser “una fase de la vida cada vez más duradera y en la que se está poniendo muy poca atención, a pesar de ser habitual la polimedicación, una condición que requiere una atención nutricional personalizada”. Todo esto lleva a comparar la figura del dietista-nutricionista con la del médico de familia, el dentista o el ginecólogo, que acompaña a la persona a lo largo de su vida.
La presidenta del Consejo apunta que esa figura existe en muchos países y hace el seguimiento de toda la población –sana o con enfermedades crónicas– y sobre todo de los más vulnerables. “Es un profesional que realmente tendría un gran impacto en la salud de la población española, y supondría una gran descarga para los médicos de familia que están absolutamente desbordados”, enfatiza.
Casos en los que un dietista-nutricionista es clave
Estamos habituados a acudir a un experto en dietética y nutrición cuando queremos adelgazar, pero pueden resolver otras situaciones y ayudan a prevenir muchas otras.
Mujeres en situación de embarazo, puerperio o lactancia
- Logran un buen estado nutricional y de la microbiota intestinal mejoran la fertilidad.
- Ajustan la dieta a los requerimientos calóricos de la futura madre, para que gane el peso adecuado.
- Indican cómo lograr las vitaminas y minerales necesarios para el normal desarrollo del feto .
- Advierten de las deficiencias nutricionales para la madre y para el bebé.
- Facilitan la recuperación física después del parto.
- Mejoran el valor nutricional de la leche materna a través de la alimentación y la hidratación.
Deportistas
- Ajustan la hidratación y las calorías al gasto energético y los requerimientos de proteínas e hidratos de carbono, tanto al tipo de práctica deportiva como al rendimiento deportivo, a la recuperación y a la composición corporal que necesita el deportista.
- Reducen el riesgo de lesiones musculares, de tendones y ligamentos, y óseas manteniendo un buen estado nutricional.
Enfermos
- Curan ciertas enfermedades: adecuar la alimentación a una situación patológica en muchos casos, puede suponer curar esa enfermedad, porque son precisamente los malos hábitos dietéticos los que la han provocado. Por ejemplo, un hígado graso se puede revertir, una hipertensión puede desaparecer, una hipertrigliceridemia o hipercolesterolemia) puede normalizarse y un estreñimiento o diarrea crónica se pueden resolver.
- Mejoran el pronóstico de otras. En las enfermedades en que la dieta no es la cura, como el cáncer y las neurodegenerativas, a través de la dieta se puede mejorar el pronóstico, reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad de vida.
- Y modifican la predisposición genética a desarrollar otras. Un buen estado nutricional puede alejarla en el tiempo o incluso evitar que debute.
Personas mayores
- Previenen enfermedades crónicas “¡Es esencial! Hay mucha enfermedad crónica en la vejez que se puede prevenir con la alimentación”: HTA, diabetes tipo II, insuficiencia renal crónica, dislipemia, ácido úrico, hígado graso, rotura de cadera, etc.
- Frenan el desgaste del organismo provocado por la polimedicación y, además, favorece la reducción de fármacos.
- Apoyan en la compra y selección de la alimentación saludable, y en las técnicas de conservación y preparación adecuadas a sus circunstancias. Especialmente interesante para los mayores que viven solos y con bajos recursos económicos..
- Mejoran la experiencia. Palau denuncia lo que califica del mal enfoque que cometen algunas residencias al triturar, sistemáticamente, la comida para todos los residentes, puesto que “la alimentación puede llegar a ser el único placer del día, con lo que supone no sólo de salud física, sino también de bienestar emocional y psíquico”.
Cómo elegir a un buen profesional
Una vez conocidas las razones por las que necesitamos consultar con un dietista nutricionista llega la gran duda: ¿Cómo elegir a un buen profesional? “En la sanidad pública son raros de encontrar”, confirma.
Por eso, aconseja fijarse en que esté colegiado, cuál es su especialización y, en el caso de no tenerla, que sepa derivar a otro especialista.
Palau, además, valora positivamente que “el dietista-nutricionista trabaje en un equipo multidisciplinar o con otros profesionales, a los que derivar al paciente en caso necesario”.
Es decir, el dietista nutricionista debe tener “una visión global e integrativa de mi problema y cómo abordarlo”, porque, como dijo Hipócrates, “que el alimento sea tu medicina”.
El Consejo de ALDI
Aunque últimamente proliferan los coaches nutricionales, el único profesional con formación específica en el impacto de la alimentación en nuestro cuerpo es un dietista-nutricionista.
Alma Palau. Miembro de Honor del Patronato y del Comité Científico de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Profesora asociada en el Grado de Nutrición Humana y Dietética en la Universidad Católica de Valencia. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética. Master Oficial Atención Integral de Personas con Discapacidad Intelectual y en Bioética. Diploma en Nutrición Clínica. Experta Universitaria en Asesoramiento Educativo Familiar y en Docencia Universitaria. Es Presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas de España. Coordinadora Capítulo España en Comité Internacional para la estandarización de la Nutriología. Representante de España en European Federation of Dietetic Association y en Internationtal Confederation Dietetic Associations. Miembro Consejo Editorial Revista Española de Nutrición Humana y Dietética. WEB: www.nunut.es. Facebook: @almapalauferre. Twitter: @alma_palau Instagram: almapalauferre