Arándanos rojos para la cistitis: ¿Qué hay de cierto?

En los últimos años arándano rojo y cistitis han forjado una sólida relación como remedio no farmacológico.

Ahora bien, ¿realmente es así o se trata de una creencia infundada o movida por intereses de la industria alimentaria o farmacéutica para vender más zumos de ese fruto rojo, o sus extractos? ¿Cuenta el arándano con las propiedades necesarias para atajar la cistitis? Hemos preguntado a la dietista-nutricionista Aisa Niang por este asunto que cada año al llegar el verano ve cómo se disparan las búsquedas en Google.

Qué es la cistitis y tratamiento habitual

La cistitis es una infección que afecta más a las mujeres por la peculiar fisiología de su tracto urinario. Se calcula que alrededor de la mitad de las mujeres padecerán un episodio de cistitis a lo largo de su vida. Un 20% de ellas, lo sufrirán varias veces, siendo más frecuente entre los 18 y los 39 años.

Pese a no ser una infección grave, suele provocar dolor, picor o escozor, así como como un aumento en el número de micciones. Estos síntomas pueden sucederse con una intensidad variable por lo que, ante la aparición del primer signo de infección urinaria, se recomienda acudir al médico para su valoración y tratamiento.

La pauta habitual es el tratamiento con antibióticos. De esta forma se frena su evolución y se evita el desarrollo de una infección más grave con una sintomatología mayor.

El aumento de la resistencia bacteriana y el deseo de parte de la población de abordar ciertas infecciones de forma no farmacológica ha propiciado el auge de los arándanos como posibles aliados en esta infección.

Niang, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética, huye de las generalizaciones. “En el caso de los arándanos azules (en inglés, blueberry), más dulces con un punto ácido, no hay estudios que los relacionen con efectos positivos claros en la cistitis. En cambio, sí que se ha comprobado este efecto en los arándanos rojos americanos (en inglés, cranberry)".

Propiedades de los arándanos rojos

Al arándano rojo se le atribuyen, entre otras, ciertas propiedades que ejercen un efecto beneficioso en la prevención de la cistitis. Y, en caso de que ya haya infección, para mitigar sus síntomas.

Efectos de los arándanos rojos en el tracto urinario

Los efectos beneficiosos de los arándanos rojos en las infecciones del tracto urinario se explican por su riqueza en compuestos fenólicos. “Entre ellos, las antocianinas, que son las responsables de su color", declara Niang.

“El arándano rojo contiene unos compuestos llamados proantocianidinas. Es un grupo de polisacáridos flavonoides que se ha visto que minimiza e inhibe la actividad de la bacteria E. coli”, explica Niang.

Esta bacteria es responsable, entre otras, de la mayor parte de las infecciones urinarias de repetición, como la cistitis.

¿Qué dicen los estudios sobre la eficacia de los arándanos rojos para prevenir la cistitis?

Numerosos trabajos de relevancia confirman la existencia de una relación directamente proporcional entre el consumo de arándanos rojos americanos y la disminución de presencia bacteriana en la orina. 

Dichas investigaciones describen cómo "en la cistitis bacteriana, las E. Coli se agrupan anclándose a la pared de la vejiga urinaria por medio de su antígeno flagelar. Esta situación dificulta su eliminación por medio de la orina", resume Aisa Niang.

La presencia de proantocianidinas procedentes del arándano rojo en la vejiga impide la acción del antígeno flagelar. “Así se puede eliminar estas bacterias por medio de la orina".

¿Qué cantidad de arándanos es la mínima recomendada?

Conocidas las propiedades de estos frutos y su comportamiento frente a una infección en el tracto urinario, la cuestión que se plantea es si esa capacidad reparadora exige una dosis mínima para concederle eficacia.

Lo primero es distinguir entre el consumo de arándanos frescos enteros y suplementos. En cuanto a los primeros, "no hay una recomendación estandarizada de cuántos arándanos se deben consumir para la prevención de la cistitis”.

Respecto a los suplementos, "depende mucho de la calidad, es decir, de la cantidad del compuesto activo que nos interesa, las proantocianidinas. Un estudio publicado por la Academia Americana de Ginecología y Obstetricia estableció que la dosis de arándano rojo americano más eficaz para la prevención de las cistitis recurrentes era de 36 miligramos de proantocianidinas al día". Esto vendría a equivaler de una a tres cápsulas.

A la hora de elegir el suplemento más eficaz, "debemos fijarnos en el que tenga más cantidad de arándanos rojos en su composición. Por eso, es importante acudir a un profesional como un dietista-nutricionista si necesitamos ayuda", sugiere la experta.

Para que sean efectivos, ¿los tomo en puñados, en zumo o en pastillas?

La primera opción debe ser siempre comer la fruta entera, como una fruta más en nuestro consumo habitual de frutas. Puede incorporarse en todo tipo de preparaciones (con yogur, con muesli u otros cereales…). No vale la mermelada de arándanos pues, aunque contenga las sustancias activas, aporta una elevada cantidad de azúcares añadidos.

Otra posibilidad es preparar un zumo de arándanos. “Es una buena medida preventiva, aunque, si tenemos en cuenta el resto de compuestos y propiedades que se encuentran en la pulpa y en la piel de la fruta, y que se eliminan del zumo, recomendaría el consumo del fruto entero. Además debe tenerse en cuanta que los azucares de los zumos, aunque procedan de la propia fruta, cuentan en la dieta como azúcares añadidos", insiste.

En caso de ser propensos a infecciones urinarias, se puede valorar la toma de en suplementos de arándano rojo durante al menos un mes para su prevención. 

Es importante recalcar que el arándano rojo no tiene propiedades curativas. “Si ya hay una infección urinaria, y se ha pautado un tratamiento médico con antibiótico, el arándano rojo americano actuará como coadyuvante, pero no como sustituto del antibiótico", apostilla.

Alimentos para la cistitis que no son arándanos

Más allá de los afamados arándanos, hay otros alimentos que comparten sus propiedades antimicrobianas gracias a las proantocianidinas.

Además, "los compuestos fenólicos, la fibra y una buena hidratación ayudan a prevenir infecciones. Por esta razón sería muy positivo que en nuestra dieta siempre estuvieran presentes cereales integrales, verduras y frutas y un buen consumo de agua", concluye.