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Maríà Alemany Lamana

Miembros de honor y eméritos

Nacido en Barcelona (1946), estudió Biología, doctorándose por la U. Barcelona en
1972. Beca Fullbright de 15 meses St. Louis (1973-4). Casado con Sílvia (1973; dos
hijos, tres nietos). Docente por vocación; siempre con orientación químico-biológica.
Profesor Adjunto numerario (1974), agregado (1977) y catedrático (1981) de
Bioquímica (siempre en el ámbito del metabolismo y su regulación). Universidades de
Barcelona, Oviedo, Islas Baleares, UB-Tarragona y finalmente Barcelona (1986).
Vetado en un traslado interno ganó la plaza en oposición libre. Importante actividad
administrativa y organizativa, además de divulgativa. Su investigación se escoró cada
vez más hacia Metabolismo y Nutrición, cambiando el área de su cátedra en 2001, a
NyB. Fue uno de los principales docentes implicados en la ‘metabolización’ de la
Nutrición, lo que siempre le ha causado considerables problemas y crónica escasez de
financiación. Ha dedicado muchos esfuerzos a la formación de docentes e
investigadores, pero sobre todo a aprender y conocer la bibliografía. Los temas en los
que ha investigado han dependido en buena parte de la disponibilidad de muestras,
materiales, instrumentos y técnicas, pero aun así ha conseguido una buena masa
crítica de investigación en algunas líneas (desarrollo – metabolismo de los
aminoácidos, efecto funcional de las dietas sobre el equilibrio energético, incluyendo
termogénesis, farmacología y endocrinología del síndrome metabólico). Fue uno de los
primeros autores españoles en divulgar conocimientos, ahora comunes, sobre
obesidad, microbiota, y la inutilidad de gran parte de los tratamientos “contra” la
obesidad de la segunda mitad del SXX. Descubrió, la oleoil-estrona, un potente agente
adelgazante, que evitó su previsto fallecimiento a los 50 años por el mismo síndrome
metabólico que sigue combatiendo en la actualidad. Desarrolló una masiva
investigación alrededor de este compuesto, pero no consiguió llevarlo al mercado por
una jugada financiera se la empresa que desarrollaba las patentes. Este fracaso se
aprovechó para el cuestionamiento de todo su trabajo y actividades, lo que condujo al
ostracismo y una sequía absoluta de financiación, con bloqueo de su actividad docente
que persiste. Todo en favor de planteamientos nutricionales periclitados, y, en general,
sin base científica, pero potenciados por algunos industriales y grupos de poder. A
pesar de todo, ha conseguido sobrevivir científicamente. Ha sido capaz de detener y en
gran medida revertir –en su propio cuerpo— los estragos del síndrome metabólico. Y
sigue aprendiendo y cuidando su legado con seriedad y sentido del humor