También llamados glúcidos. Son sustancias constituidas por carbono, hidrógeno y oxígeno.
Casi todos los glúcidos que ingerimos se convierten en glucosa, el monosacárido más importante en el campo de la nutrición porque es la principal fuente de energía del ser humano. Además, son reserva energética para el organismo, componentes del tejido conectivo y nervioso, parte del ADN y la ATP y, en algunos casos (fibra dietética), actúan como reguladores intestinales.
La energía aportada por los hidratos de carbono que se estima adecuada para un adulto sano es del 50 a 55% de la energía total.
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