Se calcula que el 2,4% de la población española sufre gota, lo que supone que hay cerca de 880.000 afectados por esta dolencia, según el estudio EPISER realizado por la Sociedad Española de Reumatología. Una manera de prevenir esta enfermedad, tan dolorosa como incapacitante, es reduciendo el consumo de alimentos que contienen purinas, los mal llamados ‘alimentos con ácido úrico’.
Qué son las purinas
Para entender por qué algunas personas tienen el ácido úrico alto hay que comenzar hablando de las purinas. Estas moléculas forman parte de nuestro ADN y se crean dentro de nuestro organismo. De hecho, se distribuyen por las células y van pasando a la circulación sanguínea a medida que se degradan de modo natural durante el ciclo celular.
También se obtienen de los alimentos que consumimos, en especial, con la casquería, las carnes rojas, sus derivados y los mariscos y pescados, en especial, los azules.
Purinas, ácido úrico e hiperuricemia
El cuerpo de manera natural degrada las purinas hasta formar un desecho metabólico, el ácido úrico. Este desecho lo eliminamos la mayoría de las veces sin ningún problema por los mecanismos habituales de eliminación de desechos de nuestro cuerpo. Alrededor del 70% se eliminan por los riñones a través de la orina y, el resto, se expulsa por vía intestinal a través de las heces.
El problema llega cuando algunas personas no son capaces de eliminar las purinas y sus restos metabólicos tan fácilmente, o cuando los producen en cantidad demasiado elevada. En estos casos se produce la hiperuricemia o ácido úrico alto, unos niveles de ácido úrico superiores a 7 mg/dl o 6 mg/dl en hombres y mujeres, respectivamente.
Dicha situación puede no ocasionar síntomas en algunas personas. En otras, en cambio, produce lo que se conoce como gota, que suele cursar en sus periodos más agudos, los temidos ataques de gota.
¿Cuándo ocurre el ataque de gota?
Un ataque de gota ocurre “cuando se forman cristales de ácido úrico (urato monosódico) en las articulaciones y tejidos blandos del cuerpo. Eliminar estos cristales es clave para tratar la enfermedad”, explica la dietista-nutricionista Rocío Práxedes, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética.
Esta enfermedad causa dolor, rigidez e inmovilidad. Se localiza, sobre todo, en las articulaciones del dedo gordo del pie, las rodillas y los tobillos, pero también puede afectar a los riñones y provocar cálculos o insuficiencia renal.
Se tiende a asociar al paciente de gota con una persona con obesidad, una alimentación insana y abuso del alcohol. La experta recalca que, aunque ese suela ser el perfil, hay excepciones. Alrededor del 60% de los pacientes con gota también tienen síndrome metabólico, que es un conjunto de síntomas y signos de las personas que viven con obesidad central, hipertensión, resistencia a la insulina e hiperlipemia. “Estas personas, aunque mantengan una dieta saludable y un peso adecuado, aún pueden padecer gota debido a factores genéticos, enfermedades subyacentes o problemas metabólicos que afectan la producción y excreción de ácido úrico¨. Las crisis gotosas suelen asociarse también tanto a comidas copiosas como al ayuno o dietas muy restrictivas, por ejemplo para la pérdida de peso.
Por otra parte, tener niveles altos de ácido úrico (hiperuricemia) no siempre significa desarrollar gota. “Muchas personas con hiperuricemia nunca experimentan un ataque de gota. En realidad, solo una minoría de aquellos con niveles elevados de ácido úrico desarrollan esta condición”, relata Práxedes.
La gota tiende a afectar más a hombres mayores, con una proporción de 4 hombres por cada mujer, especialmente después de los 45 años, aunque esta proporción cambia a 3 hombres por cada mujer después de los 65 años.
Consejos de alimentación y estilo de vida para evitar la gota
La cantidad de ácido úrico en el cuerpo se regula mediante un equilibrio entre su producción y su excreción, principalmente, vía renal. Una dieta y un estilo de vida poco saludables pueden alterar ese equilibrio.
Para evitar un ataque de gota en personas con niveles altos de ácido úrico en sangre, se recomienda una dieta equilibrada:
- consumo limitado de carne en general, y rojas y procesadas, en particular
- evitar las bebidas alcohólicas
- evitar alimentos ricos en purinas
- reducir la ingesta de fructosa a partir de bebidas azucaradas, bollería, dulces y alimentos con azúcares añadidos
- optar por alimentos ricos en carbohidratos complejos, como legumbres y cereales integrales
Estos últimos van a ayudar a manejar el síndrome metabólico, habitual en este tipo de pacientes.
Dentro de la dieta también hay ciertos alimentos cuyo consumo regular previene la aparición de la gota. “Hablamos de los lácteos bajos en grasa, los huevos, los alimentos ricos en proteínas vegetales (legumbres y derivados, frutos secos, cereales integrales, etc.,), las frutas y hortalizas, las infusiones como el café, y el agua de bebida en general”, indica la experta.
Hortalizas y legumbres no aumentan el riesgo
Aunque algunas variedades de hortalizas, como espárragos, espinacas o champiñones, y ciertas legumbres, como las lentejas, tienen una cantidad moderada de purinas, “sorprendentemente su consumo no parece aumentar el riesgo de desarrollar gota. Por otro lado, el exceso de alcohol y fructosa en la dieta sí que ha mostrado incrementar la probabilidad de que así sea”.
Las hortalizas, además, ayudan a neutralizar el ácido en la orina, lo que puede favorecer la solubilidad y excreción del ácido úrico. “Y aportan fibra dietética, que mejora la motilidad intestinal y puede favorecer la excreción de ácido úrico a través del intestino, aunque esta vía sea menos significativa que la eliminación renal”.
En cualquier caso, una dieta rica en fibra ayuda a mantener un peso saludable. Este factor es importante, ya que el sobrepeso y la obesidad están asociados con niveles elevados de ácido úrico.
Evitar marisco y carnes rojas durante un ataque de gota
El contenido de ácido úrico en la dieta humana es en general bajo, pero algunos alimentos contribuyen a su formación debido a las purinas que contienen. Se ha relacionado un mayor riesgo de gota con un consumo elevado de carnes rojas y mariscos. “Evitar el marisco y la carne, particularmente las rojas y procesadas, durante un ataque de gota es una medida recomendada porque contribuye a reducir la producción de ácido úrico”.
Qué hacer durante el ataque de gota
Cuando aparece un ataque de gota, los consejos nutricionales y de estilo de vida se vuelven más estrictos:
- restricción más estricta de alimentos ricos en purinas para ayudar a controlar los síntomas
- evitar largos períodos sin comer (dietas muy restrictivas, ayuno intermitente, etc.)
- dieta rica en carbohidratos
Es esencial que las personas con riesgo de gota e hiperuricemia busquen orientación específica y personalizada a partir de su médico, para el correcto diagnóstico y prescripción de fármacos, si fuera necesarios, y en el dietista-nutricionista para individualizar la dieta y mejorar su adherencia.
Hábitos poco saludables o de riesgo
- Obesidad. El exceso de peso se relaciona con niveles más altos de ácido úrico.
- Sedentarismo. La falta de actividad física puede contribuir a la obesidad y a niveles elevados de ácido úrico.
- Dietas muy restrictivas (dieta keto, disociadas, etc.) o periodos de ayunos para la pérdida de peso. La pérdida de peso se asocia a una mayor producción ácido úrico.
- Medicamentos: Algunos fármacos, como ciertos diuréticos, inmunosupresores o la aspirina, pueden elevar los niveles de ácido úrico.
- Deshidratación. Beber una cantidad insuficiente de agua puede aumentar la concentración de ácido úrico en la sangre.
El Consejo de ALDI
Si te han diagnosticado algún trastorno relacionado con la alimentación, consulta a un dietista-nutricionista para que te ayude a su manejo dietético y te oriente en qué alimentos te convienen y cuáles es mejor restringir.
Rocío Práxedes. Miembro Correspondiente CODiNuCoVa. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética CAP, diplomada en Nutrición en cirugía de la obesidad, diplomada en nutrición en la enfermedad renal, diplomada en nutrición clínica. Cursos intensivos especializados en obesidad y terapia nutricional artificial. Máster oficial de gestión de proyectos. Curso especializado en nutrición y cáncer. Desde 2008 trabaja en consulta privada y desde 2010 en Hospital Quirón Valencia. Ha sido secretaria CODiNuCoVa entre 2009 y 2017. Y secretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de D-N 2013-2016. Entre 2008 y 2010 fue secretaria de ADDECOVA. INSTAGRAM: rociopraxedesgomez. FACEBOOK: @rociodiethas. WEB: https://diethas.es/