La gastroenteritis es una de las infecciones estomacales más comunes, especialmente en verano y, aunque, en principio no reviste gravedad, lo cierto es que no son pocos los casos que acaban en el hospital, en un entorno de fácil acceso a la sanidad. El síntoma principal es la diarrea, aunque también puede ir acompañada de náuseas, vómitos, y a veces, fiebre.
La rehidratación es esencial
Lo más importante y urgente, sobre todo durante las primeras horas en que se presenta esta sintomatología, es paliar los efectos de la diarrea, en concreto, la deshidratación, ya que "se produce una gran pérdida de líquido y de electrolitos", apunta Jaime Giménez, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética.
Con el fin de alcanzar dicho objetivo, una de las medidas más efectivas es seguir una alimentación adecuada y específica, que básicamente gira en torno a evitar la deshidratación, por eso, lo más inmediato sería "beber una cantidad de líquido mayor que la habitual y de variedades que ayuden a recuperar los electrolitos perdidos", aconseja el dietista-nutricionista y director de la consultoría nutricional Nutritional Coaching.
Él mismo propone esta sencilla receta que se puede preparar en casa: un litro de agua, el zumo de dos limones, media cucharadita de sal, media cucharadita de bicarbonato y 40 g de azúcar. Sin embargo es muy importante mantener las cantidades y la proporciones para no empeorar el cuadro
Si la compramos hecha, debemos fijarnos en que esta tenga un mínimo de 700 mg de sodio por litro. "Muchas de las bebidas que se suelen aconsejar como las bebidas azucaradas o los zumos comerciales no son muy recomendables, tanto por su escaso aporte en sodio, como por su exceso de azúcar", apunta.
"Lo ideal es tomar entre 2 l y 2,5 l de agua al día, sumando la que bebemos y la que nos proporcionan los alimentos. Una persona que lleva a cabo una alimentación rica en frutas y verduras, beberá menos agua que otra cuya dieta incluye más carne que vegetales", recuerda el experto.
¿Qué comer con gastroenteritis? Mejor que una dieta blanda, sigue una pauta que facilite la digestión
Tradicionalmente se ha hablado de la necesidad y la eficacia de llevar a cabo una dieta blanda durante esos días. Sin embargo, el experto quiere hacer hincapié en que es más recomendable hacer una dieta de fácil digestión, "que favorece la absorción de los nutrientes y no irrita la mucosa y, por lo tanto, se tolera muy bien a nivel digestivo". Además de poner atención en como nos sienta la comida, hay preparaciones como cremas de verduras, alimentos bien cocidos al papillote o al vapor y en general con poca grasa que son más adecuadas.
Por otro lado, podría ser interesante incluir alimentos astringentes y sin residuo, "que ralentizan los movimientos intestinales, disminuyendo el volumen y la frecuencia de las deposiciones" así como que no dejan residuo intestinal como el arroz, los pescados blancos o las carnes de ave.
Y evita los medicamentos antidiarreicos. "La diarrea es un mecanismo de defensa del organismo, ya que cuando su origen es microbiano eliminamos gran parte de la carga viral y de bacterias a través de las deposiciones. De modo que, es importantísimo evitar la automedicación, para tomar este tipo de medicamentos solo cuando un facultativo lo cree necesario.
Cereales, arroces y tubérculos
Centrándonos en este tipo de dieta, en primer lugar, el experto aconseja "incluir alimentos que contengan hidratos de carbono como, por ejemplo, pan blanco y cereales como el arroz, también blanco. Y es que, si fuera integral se correría el peligro de tomar un exceso de fibra insoluble y esto puede agravar el cuadro diarreico.
En cuanto a los tubérculos, la patata y el boniato, serían dos buenas opciones".
Proteínas
La mejor opción son las fuentes de proteínas que contienen poca grasa, como el pescado blanco, los huevos o la carne de ave, como el pollo o el pavo, ya que las grasas en exceso pueden tener un efecto laxante, lo cual no conviene en absoluto. Además, las de origen animal, pueden agravar más el proceso inflamatorio", advierte el experto, quien termina la recomendación incluyendo el yogur (mejor natural desnatado), para aquellas personas que toleren bien los lácteos". Para dietas veganas, el tofu cocido es una buena opción.
Fruta y verdura cocida, sin cáscara ni semillas
"La fruta cocida, sin cáscara y sin semillas, y en concreto, la manzana, la pera o el plátano maduro, son también tres buenas elecciones", apunta Giménez, quien añade el melocotón, siempre sin piel.
Por lo que se refiere a los vegetales, la norma general es no tomarlos crudos. Lo mejor siempre es prepararlos bien cocidos. Y nos pone como ejemplo, la zanahoria, el calabacín y la calabaza.
Grasas
Esta dieta también incluiría aceites vegetales, preferentemente el de oliva.
Menú diario para recuperarse de una gastroenteritis
Algunos ejemplos de comidas que ayudan a que vuelvas a encontrarte bien.
Desayuno
- Infusión de manzanilla o jengibre o caldo vegetal.
- Un par de rebanadas de pan blanco. Si es tostado, mejor, ya que será más digestivo. Se puede cubrir con compota de fruta (manzana).
- Yogur natural desnatado.
Comida
- Arroz blanco cocido no muy condimentado.
- Pechuga de pollo a la plancha o asada.
- Manzana al horno con canela.
Merienda
- Una rebanada de pan tostado con queso fresco o compota de manzana.
Cena
- Crema de calabaza o de zanahoria peladas.
- Dos huevos poché.
- Plátano maduro
¿Hay algún alimento que debería suprimir o reducir?
Hasta ahora hemos visto los alimentos más efectivos para favorecer una buena recuperación de gastroenteritis. Pero también es importante identificar cuáles podrían ralentizar o incluso empeorar los síntomas de esta afección: los alimentos de difícil digestión, irritantes y estimulantes.
Estimulantes y lactosa
Entre estos, el experto menciona el café o las bebidas con cafeína, así como el té o las bebidas con teína. Tampoco es recomendable el chocolate, las bebidas alcohólicas y azucaradas.
Si la diarrea empeora con la ingesta de leche, puede eliminarse temporalmente o recurrir a leche sin lactosa o bebidas vegetales.
Grasas
Los alimentos con alto contenido en grasa, los productos ultraprocesados, como la bollería, dulces, pizzas, salchichas o los embutidos, así como las preparaciones culinarias como los fritos, tampoco estarían indicados. Tampoco los pescados azules, los quesos grasos, la leche condensada, las mayonesas, el ketchup o la mantequilla.
"Las grasas, en exceso tienen un efecto laxante. Las que sí podríamos comer son las grasas saludables que encontramos en el aceite de oliva y aceites de semillas, pescados blancos, y dependiendo de la tolerancia, la de frutos secos, entre otros alimentos, aunque ", resume.
Legumbres y crucíferas
El experto completa la lista de alimentos que conviene apartar de nuestro menú por unos días, como las legumbres y las crucíferas (col, brócoli, coles de Bruselas, lombarda…), por su asociación frecuente con la producción de gases.
Cereales integrales y fruta
Tampoco es conveniente comer alimentos integrales, debido a que tienen mucha fibra insoluble, lo cual, en un cuadro diarreico no sería lo más aconsejable. En cuanto a las frutas, preferir cocinadas antes que crudas, y evitar las frutas desecadas (ciruelas, higos, pasas, etc.) por su alto contenido en fibra y su efecto laxante.
También tengo náuseas. ¿Se pueden evitar?
Además de las diarreas, otro de los síntomas que suelen acompañar a estos procesos infecciones son las náuseas. ¿Qué podemos hacer para eliminarlas? El experto aporta algunas propuestas: por un lado, no obligar nunca a comer o a beber a alguien que tiene náuseas ya que, puede producir más.
Por otro, repartir los alimentos en pequeñas tomas varias veces al día y aprovechar los momentos sin náuseas, no tomarlos muy calientes o muy fríos, pues pueden empeorar las náuseas.
El Consejo de ALDI
La gastroenteritis suele remitir en pocos días. Ayuda a tu cuerpo descansando todo lo posible y con una buena hidratación, a base de agua, infusiones y caldos.
Jaime Giménez. Miembro de la Academia Española de Dietética y Nutrición. Coordinador y docente en Máster en Nutrición en la Actividad Física y el Deporte y Coordinador Posgrado en Coaching Nutricional y nuevos enfoques en la atención al paciente en Universidad de Barcelona. Doctorando en Nutrición. Diplomado en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad Ramón Llull. Postgrado en Farmacología, Nutrición y Suplementación en el Deporte por Universidad de Barcelona. Máster en Nutrición y Calidad de los Alimentos por la Universidad de las Islas Baleares. Certified Lyfestyle Medicine for Weight Management. Harvard Medical School. Responsable servicio nutrición en Academia Internacional Sanchez Casal (Barcelona) y responsable servicio nutrición deportiva en Nutritional Coaching SL. institute.nutritionalcoaching.com Instagram @gimenez.jaime