Según datos de la ONU, 931 millones de toneladas de alimentos terminan en la basura cada año. Esto se traduce en que cerca del 17% de la producción total de alimentos se desperdicia. Algo que contrasta con la realidad que viven miles de familias en exclusión social alrededor del mundo y que ahonda en la crisis económica, climática y energética que vivimos actualmente. Pero ¿por qué tiramos comida en buen estado?
El motivo más habitual es la confusión entre fecha de caducidad y de consumo preferentes. Cuando se acercan, solemos creer que el producto ya no tiene la misma calidad o no es seguro. Pero este no es el único motivo. El mal aspecto de los alimentos, especialmente en la fruta y la verdura, también es una de las principales razones por las que los consumidores desperdician comida, pero también de los distintos eslabones de la cadena alimentaria, que consideran que estos productos no cumplen los cánones de forma, tamaño y color establecidos por el mercado.
Un problema transversal
Más allá de sus implicaciones a nivel social o humanitario, el desperdicio alimentario es un problema que también afecta a la economía y al medioambiente. La pérdida de alimentos implica también el desperdicio de todos los recursos que se utilizan en su producción, transporte y comercialización, como el agua, la energía o la mano de obra. Además, supone también una mayor emisión de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático.
¿Qué se puede hacer contra el desperdicio?
Los expertos animan a los consumidores a tomar acción ante el desperdicio y aplicar pequeños gestos en nuestro día a día que nos ayuden a tomar consciencia del valor de los alimentos. A continuación, os dejamos algunos consejos y recomendaciones para evitar el desperdicio alimentario y llevar a cabo un consumo responsable:
- La planificación es clave. Tener claro qué vamos a comer y cuándo, ayuda a evitar las compras impulsivas, pero también a ahorrar dinero. Ya sabes, no te olvides de la lista de la compra y ¡que vivan los menús semanales!
- ¿Sabes cuál es la diferencia entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente? La primera indica el día a partir del cual el producto deja de ser seguro y la segunda indica cuando puede empezar a deteriorarse su calidad sensorial. Los más habitual es que, si se han conservado bien, los alimentos aún se pueden ingerir pasada su fecha de consumo preferente. Consulta en las etiquetas de tus productos favoritos y evita tirar comida antes de tiempo.
- Bien guardados, duran más. Congelar correctamente los alimentos y colocar en la nevera y la despensa los más antiguos delante de los nuevos, son pequeños trucos que pueden marcar la diferencia en tu consumo. Muchos de estos trucos y consejos nos ayudan a conservar todo tipo de alimentos perecederos, como pueden ser las patatas, durante más tiempo.
- No comas con los ojos. Calcular adecuadamente las cantidades que cocinamos y nos servimos hará que no sobre comida en nuestros platos. Y en todo caso, si sobra, se pueden tomar otro día o congelar.
- ¡Contra el desaprovechamiento, aprovechamiento! Esta filosofía se centra en utilizar las partes de los alimentos que habitualmente desechamos para crear otros platos o formar parte de los que habitualmente cocinamos. Aplícala en tu día a día en la cocina y conseguirás recetas sostenibles y de residuo cero.
- Batch cooking. Cocinar diferentes recetas para varios días a la vez (hacer batch cooking) nos ayuda a ahorrar tiempo en los fogones, pero también a evitar el desperdicio de alimentos. Por ejemplo: puedes preparar 4 o 6 raciones de legumbres y congelar la mitad, hervir restos de hortalizas y verduras con patatas para preparar cremas y consumirlas como entrantes, o también puedes dejar preparados distintos sofritos y salsas para mezclar con arroz, legumbres, estofados, carnes y pescados.
Una responsabilidad de todos
La responsabilidad de trabajar diariamente para reducir el desperdicio alimentario no recae únicamente sobre el consumidor, sino también sobre todo el sector de la distribución. Cadenas de supermercados como ALDI analizan sus procesos -desde la producción, al transporte, el almacenamiento del producto y su comercialización- para evitar la pérdida de alimentos. Gracias a estas acciones, la compañía consiguió evitar el desperdicio de 6.595 toneladas de productos perecederos en 2022.
Entre las medidas que aplica ALDI destacan el desarrollo de mejoras en los procesos logísticos para evitar la pérdida de calidad durante el transporte, el rediseño de los envases para prolongar la vida útil del producto y la optimización de los pedidos en los puntos de venta, que tiene por objetivo minimizar las mermas con un inventario diario de productos adaptado a la demanda y a las necesidades de consumo.
En este sentido, ALDI aplica un descuento del 30% en determinados artículos con fecha de caducidad próxima. En concreto, gracias a esta última acción, ALDI consiguió evitar el desperdicio de más de 5.994 toneladas de alimentos el año pasado. Además, su compromiso con el medio ambiente, la compañía trabaja por mejorar la situación de las familias en riesgo de exclusión. Durante 2022, la compañía donó más de 600 toneladas de alimentos a 170 organizaciones sin ánimo de lucro.
Tanto las compañías como los consumidores debemos ser responsables y conscientes de qué podemos hacer en nuestro día a día para evitar el desperdicio de alimentos. ¡Esperamos que podáis “aprovechar” estos consejos!