A lo largo de las cuarenta semanas de gestación, las mujeres experimentan infinidad de cambios en su organismo. Y los trastornos digestivos son efectos colaterales bastante habituales entre los que destacan el estreñimiento y la diarrea. Estos trastornos comunes afectan a un tercio de las embarazadas y, según explica Mapi Herrero Jiménez, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética, "no se sabe bien qué es lo que los provoca. Lo más probable es que sea la diarrea en el embarazo responda a una combinación de diversos factores”.
Los factores a los que se refiere la dietista-nutricionista pediátrica, especialista en Crecimiento y Desarrollo, son:
- Modificación de estructuras: crece el bebé, crece el útero y desplaza las vísceras.
- Cambios hormonales que afectan a la motilidad intestinal.
- Cambios hormonales que intervienen en la tolerancia de determinados alimentos, como por ejemplo, la lactosa.
- Cambios hormonales que alteran la digestión.
- Cambios en la alimentación. Muchas embarazadas modifican sus hábitos en el embarazo.
- Efectos secundarios de la composición de algunos complejos multivitamínicos.
- Altibajos emocionales propios del embarazo que afectan al intestino.
Nos centramos en la diarrea.
¿Qué provoca diarrea en el embarazo?
Entre las causas más probables, la más habitual es "la infección gastrointestinal, es decir, una bacteria entra en el organismo de la embarazada, este la detecta, y activa el protocolo de evacuación rápida para que no dé problemas", explica la experta.
También provocan diarrea algunos virus y parásitos que pueden estar en la comida o en el agua, “por eso recomendamos prestar mucha atención a la higiene en la cocina y lavado de manos frecuente", añade la dietista-nutricionista.
Por otro lado, Herrero advierte acerca de cómo las mujeres con patologías digestivas previas, como la enfermedad de Crohn o el síndrome de intestino irritable, pueden verse más afectadas por la diarrea. En cualquier caso, según la experta, el riesgo real de tener diarrea no es mayor en el caso de las mujeres embarazadas que en el resto de la población.
Saber cuándo ocurre ayuda a señalar el culpable
Identificar el motivo de cada caso en un momento de tantos cambios como el embarazo, no es sencillo. Sin embargo, parece existir una estrecha relación entre la causa que la ha desencadenado y el momento en que se presenta. En este sentido, la experta enumera algunas de las situaciones más comunes que nos darían "una pista" para poder poner en marcha el tratamiento más efectivo:
- Cuando la causa es una infección, puede aparecer en cualquier momento.
- Si el motivo es de origen hormonal, lo más probable es que aparezca en las primeras semanas de gestación, hasta que el cuerpo de la mamá se adapta.
- Si se producen cambios en la alimentación, la diarrea aparecerá en el momento en que la embarazada los haga.
- Si se debe a la ingesta de suplementos multivitamínicos, la diarrea surgirá a los pocos días de empezar a tomarlos.
- Si es por la presión del feto sobre el intestino, lo más probable es que debute hacia el tercer trimestre.
- Cuando hay una patología digestiva, puede aparecer en cualquier momento.
- Si la causa es emocional, la diarrea aflorará en función de lo que provoca la alteración.
¿Se puede prevenir?
Dado que el abanico de posibles culpables es bastante amplio, resulta imposible evitar al 100% la aparición de la diarrea. Ahora bien, lo que sí se puede hacer es reducir el riesgo de padecerla con una correcta higiene durante la manipulación y el cocinado de alimentos:
- Lavarse las manos tantas veces como sea necesario y limpiar a fondo superficies y utensilios cuando han estado en contacto con alimentos crudos, en especial carnes, pescados y huevos.
- Desinfectar las hortalizas que se consuman en crudo y las frutas que se coman con piel, también aplicable a las verduras embolsadas y germinados crudos.
- Cocinar bien las carnes, pescados, mariscos y huevos, y no consumirlos crudos o poco cocinados, asegurando los 75ºC en todo el alimento. También cuando se calientan sobras.
- No tomar leche cruda ni quesos elaborados con ella.
- No tomar aguas de pozos, fuentes o cisternas, si no se tiene la seguridad de que está potabilizada.
Además, en el caso de las mujeres embarazadas con diarrea que tuvieran una patología digestiva previa, "podremos aliviar los síntomas, pero el tratamiento es tan individualizado que no hay forma de prever si se producirá algún episodio de diarrea en las cuarenta semanas que dura el embarazo", advierte la experta.
“A través del acompañamiento nutricional podemos prevenir, mejorar los síntomas, optimizar la alimentación según las limitaciones de cada mujer, pero nunca podremos garantizar la inexistencia de un episodio de diarrea", aclara.
¿Cuándo acudir al médico?
En principio, pasar por un proceso diarreico no parece que revista gravedad. Ahora bien, en el caso de las mujeres embarazadas, "hay dos luces rojas que se activan inmediatamente: qué la provoca y si existe deshidratación", alerta la dietista-nutricionista y consultora Internacional de Lactancia Certificada (IBCLC).
Si el origen es una bacteria o parásito, "debemos saber si supone algún riesgo para la evolución del embarazo o para el bebé; y si la mamá da muestras de deshidratación, es el momento de rehidratar".
Una clara señal de que se está produciendo deshidratación es que "la orina sea demasiado oscura, ya que debe ser clara y sin olor fuerte o desagradable", apunta.
Además, las señales más claras de que hay que acudir al médico son: si aparece fiebre, sangre o moco en las heces, si el dolor abdominal es muy fuerte, si las diarreas se acompañan de vómitos, si no se tolera la ingesta de líquido o si la diarrea dura más de 48 horas.
Pautas dietéticas para la diarrea
Lo más importante a tener en cuenta es que la dieta debe ser absolutamente personalizada, ya que, como se ha visto, el proceso diarreico suele tener un origen particular, no genérico.
Además, "lo más frecuente es que la diarrea dure uno o dos días y se pase sola, es un proceso autolimitado. En estos casos, los más habituales de pocos días, no necesariamente se recomienda hacer dieta astringente muy estricta, sino comer en función de lo que mejor nos siente hasta recuperar la normalidad", aconseja Herrero. Excluyendo sobre todo aquellos alimentos con bastante fibra o muy grasos, como por ejemplo los cereales integrales, las legumbres, las hortalizas crudas, las carnes más grasas o los fritos.
Una excepción: las mujeres con patologías digestivas previas, en las que "puede ser necesario adaptar la alimentación o excluir determinados alimentos, siempre de forma individualizada. En cualquier caso, un especialista en dietética y nutrición debe valorar el nivel de exclusión de alimentos y si es necesario complementar algún nutriente".
Agua y fibra
Más allá de estas pautas generales, cuando hablamos de diarrea, sin duda, la fibra y el agua son los dos protagonistas en el tratamiento dietético de este trastorno digestivo. ¿Qué cantidades de una y de otra son las ideales en el caso de una diarrea durante el embarazo?
Según la experta, "la cantidad diaria recomendada de fibra en una mujer embarazada es de 2-30 gramos al día, igual que para la población adulta en general. Sin embargo, no todas las fibras son iguales, hay fibra soluble y fibra insoluble, y lo ideal es que la alimentación aporte ambos tipos, para tener una buena salud digestiva".
Siguiendo la recomendación de, al menos cinco raciones de frutas y verduras al día, preferir variedades integrales de cereales, incluyendo varias veces a la semana legumbres y frutos secos, cubrimos estos requerimientos.
Líquidos
En cuanto a los líquidos, la experta recomienda mantener un aporte frecuente de agua o caldo suave al inicio. Ahora bien, "si la diarrea se acompaña de vómitos o se alarga en el tiempo, más allá de un par de días, puede ser necesario utilizar soluciones de rehidratación oral, con una composición nutricional específica para recuperar líquidos, electrolitos y azúcares". Si se prolonga más de una semana, se debe consultar al médico.
Alimentos prohibidos para las embarazadas con diarrea
Partiendo de la premisa de que cualquier abordaje dietético ha de ser personalizado, la dietista-nutricionista resume los alimentos que se deben evitar como "aquellos que sientan mal o que no apetecen". Aquí es muy importante que la embarazada ponga atención en aquellos alimentos que empeoren el proceso o le causen mejoras.
Además, puede ser necesario evitar los lácteos, ya que "dependiendo del motivo de la diarrea, puede haber inflamación de la mucosa intestinal que provoca intolerancia temporal a la lactosa. Y, por supuesto, si la diarrea es la respuesta a una intolerancia, hay que evitar el alimento que provoca tal reacción".
Tan importante es escoger los alimentos adecuados, como su forma de preparación. Así, el consejo de Herrero es que durante el tiempo que dure la diarrea, es conveniente preparar "elaboraciones suaves, con poca grasa y que aporten líquidos: cremas, sopas, purés, pescados al vapor o a la plancha, yogur natural, fruta cocida, pelada… Cuando la futura mamá recupere el apetito, será el momento de liberar la alimentación y dejar que siga su instinto".
El Consejo de ALDI
El embarazo es un período que puede conllevar molestias digestivas en algunas mujeres. Evitar las comidas muy copiosas, e, incluso, realizar ingestas más frecuentes, pero más ligeras, puede ayudar a aliviarlas.
Mapi Herrero. Dietista - nutricionista. Miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética y miembro del GE NutPedia. DN con especialidad acreditada en desarrollo y crecimiento. Es IBCLC (consultora internacional de lactancia certificada). Coordina e imparte formaciones para otros profesionales y población en general. De 2016 a 2019 participó junto al equipo de pediatría del CS Utebo en un proyecto de salud pública “Prevención de la obesidad infantil”. Desde 2015 trabaja por cuenta propia en consulta de nutrición pediátrica, acompañando a las familias desde el embarazo hasta la adolescencia. www.mapiherrero.com Instagram @mapiherrero_nutricion