En 2017 la Organización Mundial de la Salud señaló al mercurio como uno de los diez productos o grupos de productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública. La principal vía de exposición humana es el consumo de marisco y pescados con mercurio. O, para ser más exactos, contaminados con metilmercurio, un compuesto orgánico presente en esos alimentos.
El pasado año, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) también hizo referencia a este mismo tema, respecto al que aún se suscitan numerosas dudas. Nos va a ayudar a resolverlas Eduard Baladia, dietista-nutricionista y miembro del Centro de Análisis de la Evidencia Científica de la Academia Española de Nutrición y Dietética.
Pero, ¿cómo llega el mercurio al pescado?
El mercurio llega al medio ambiente de dos formas. Una es a través de procesos naturales, como las erupciones volcánicas. La segunda es a partir de actividades humanas como la industria, la minería, la quema de combustibles fósiles, la eliminación de residuos… Durante décadas ha tenido incontables usos, desde formar parte de pinturas, a incorporarse a vacunas, amalgamas dentales, baterías y pilas, lámparas fluorescentes y de bajo consumo, aparatos de medida (termómetros y barómetros), etc.
En la actualidad hay distintas medidas políticas destinadas a reducir la emisión de mercurio al medioambiente.
El mercurio y sus efectos en la salud de la infancia
La ingesta excesiva de mercurio puede tener efectos negativos en la salud de los más pequeños. “Estos daños son especialmente graves en el sistema nervioso central en desarrollo. Esto puede ocurrir por exposición directa a través del consumo de ciertos alimentos, o indirectamente, ya que el mercurio puede atravesar la placenta y estar presente en la leche materna”.
La salud de adultos no está exenta de sufrir daños. La clave está en que incluso una dosis menor puede tener un impacto significativo en la salud de los pequeños. De ahí que se establezcan recomendaciones de limitar el consumo en mujeres embarazadas, en período de lactancia y en la población infantil.
¿Cómo afecta el mercurio en la salud?
El documento de la AESAN titulado Recomendaciones de Consumo de Pescado por Presencia de Mercurio distingue entre dos compuestos diferentes del mercurio, el metilmercurio y el mercurio inorgánico. Ambos son nocivos aunque en distinto grado:
- El mercurio inorgánico afecta principalmente al riñón, donde ocasiona un aumento de su peso. También puede afectar a otros órganos, como el hígado, el sistema nervioso, el sistema inmune y los sistemas reproductores y del desarrollo.
- El metilmercurio es la forma más tóxica del mercurio, ya que causa daños incluso con dosis menores y se absorbe de forma mucho más rápida. Además, gracias a su carácter lipofílico puede alcanzar una mayor cantidad de órganos, como, por ejemplo, atravesar fácilmente la placenta y la barrera hematoencefálica. Una vez ahí, afecta al sistema nervioso central en desarrollo. Esto explica que las recomendaciones sanitarias sugieran limitar o evitar los pescados grandes en embarazadas (para evitar riesgos al feto) y en niños de corta edad. También se han observado efectos sobre la ganancia de peso corporal, la función locomotora y la función auditiva.
Si todos los pescados están en el agua, ¿por qué unos tienen más mercurio?
El mercurio llega al pescado a través de su liberación en el medio ambiente, es decir, cuando llega a las aguas de río y mares. La concentración de mercurio en los peces aparecerá en diferentes proporciones, según su posición en la cadena alimentaria.
“Es lo que se conoce como bioacumulación: los peces depredadores de gran tamaño y más longevos, tienden a tener concentraciones más altas de mercurio”, explica.
Estos son los pescados con más mercurio
Las especies que ocupan un lugar más alto en la cadena trófica, es decir, aquellos que se alimentan de peces que, a su vez, se han alimentado de otros peces, acumulan el mercurio de todos los animales que anteriormente han ingerido ese metal. Son también animales más grandes que realizan grandes ingestas, por lo que ingieren cantidades mayores de ese elemento.
De esta forma, hay 4 especies identificadas con un alto contenido en mercurio:
- pez espada
- tiburón (incluyendo el cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera)
- atún rojo
- lucio
¿Existen pescados bajos en mercurio?
Baladia incluye en esta lista al abadejo, la anchoa, el arenque, el bacalao, la bacaladilla, el berberecho, la caballa, el calamar, el camarón, el cangrejo, la cañadilla, el carbonero, la carpa, el chipirón, la chirla, el choco, la cigala, la coquina, la dorada, el espadín, la gamba, el jurel, la langosta, el langostino, el lenguado europeo, la limanda, la lubina, el mejillón, el merlán, la merluza, la navaja, el ostión, la palometa, la platija, la pota, el pulpo, la quisquilla, el salmón atlántico y del Pacífico, la sardina, la sardinela, la sardinopa, la solla y la trucha.
Las demás especies de productos de la pesca no mencionadas específicamente “se considera que tienen un contenido medio de mercurio”, concluye. En estos casos, la recomendación es alternar su consumo entre ellos.
Ingestas máximas tolerables de alimentos con mercurio
En 2012, la EFSA actualizó la ingesta semanal tolerable de metilmercurio en 1,3 microgramos por kilogramo de peso corporal. En cuanto al mercurio inorgánico se cifró en 4 microgramos por kilogramo de peso corporal.
¿Cómo puede saber el ciudadano que el pescado que llega a su mesa no tiene un contenido desmesurado de mercurio? Eduard Baladia recuerda que las autoridades sanitarias – la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) a nivel europeo, y la AESAN a nivel nacional en nuestro país – establecen unos límites severos y cuentan con los mecanismos de vigilancia para que se cumplan esos límites.
Por poner algunos ejemplos de cantidades máximas de mercurio autorizadas por AESAN, el rape, el besugo, el pez espada y el atún no pueden tener un contenido de mercurio superior a 1 gramo por cada kilogramo de peso (mg/kg). En el caso de la anchoa, la sardina, el bacalao del Atlántico o el salmón, esas cantidades máximas de mercurio se establecen en 0,30 mg/kg.
“Este control asegura que, al seguir la recomendación de consumo de pescado para la población general (3-4 raciones a la semana, variando entre pescados blancos y azules y evitando aquellos con niveles más altos de mercurio y prefiriendo los bajos), nunca se excedan los límites máximos de consumo de mercurio”, concluye el dietista-nutricionista.
Precauciones al consumir pescado y marisco en la población general
Comer pescado no solo es seguro, sino que es muy saludable. Este grupo de alimentos aporta proteínas de alto valor biológico y otros nutrientes esenciales como el yodo, el selenio, el calcio y las vitaminas A y D, con beneficios para la salud bien establecidos. También proporcionan ácidos grasos poliinsaturados omega-3, un componente imprescindible de los patrones dietéticos asociados con la buena salud.
Aunque los adultos no tienen que limitarse a consumir una cantidad concreta de pescado, la recomendación de consumo se suele cifrar en 3-4 raciones de pescado a la semana, variando las especies de pescados entre blancos y azules, para que no todos sean de alto contenido en mercurio.
Consejos especiales en el embarazo y en lactantes
Las mujeres embarazadas, o que planifican estarlo, y las que se encuentran en período de lactancia no tienen por qué dejar de consumir pescado. Ahora bien, son casos especiales en los que “se aconseja consumir 3-4 raciones de pescado por semana, optando solo por especies de bajo contenido en mercurio”, concluye Baladia.
Límites de ingesta recomendados en niños
En el caso de los niños, la AESAN establece recomendaciones específicas de consumo de pescado por edades:
- Niños de 0 a 10 años: Se recomienda consumir 3-4 raciones de pescado por semana, eligiendo entre las especies de bajo contenido en mercurio. Se debe evitar completamente el consumo de especies con alto contenido en mercurio.
- Niños de 10 a 14 años: La recomendación es la misma que para los niños más pequeños, pero pueden consumir especies con alto contenido en mercurio hasta los 120 gramos de pescado al mes.
Otros alimentos que también contienen mercurio
Este metal también puede encontrarse en otros alimentos, como la sal o algunos complementos alimenticios, pero el pescado es la principal fuente de mercurio en la dieta según la EFSA.
El Consejo de ALDI
¿Te gusta el bienmesabe gaditano? ¡Normal, porque está buenísimo! Pero no olvides que ese pescado es cazón, un tipo de tiburón. Si estás embarazada, mejor que esta vez te prives de ese delicioso bocado.
Eduard Baladia. Coordinador del Área de Gestión del Conocimiento Científico y del Centro de Análisis de la evidencia Científica de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Director de Red de Nutrición Basada en la Evidencia (RED-NuBE) y Profesor Asociado en el Departamento de Ciencias Experimentales y Metodológicas de la Universidad de Vic. Instagram @ebaladia. Twitter: @EBaladia. FB: @ebaladia