Hasta hace tan solo unos años nadie dudaba de que la alimentación complementaria tras la lactancia pasaba sí o sí por proporcionar al bebé alimentos triturados (cremas, papillas o purés). De un tiempo a esta parte ha aparecido otra opción: el Baby Led Weaning, más conocido por sus siglas BLW, una alternativa que consiste en proporcionar al bebé alimentos blandos, fáciles de manejar, pero sólidos.
Esta opción suscita muchas dudas en los padres. ¿Se atragantará? ¿Estará suficientemente alimentado? ¿Significa que no puedo darle ningún puré? Nadia Solana, dietista-nutricionista, tecnóloga de alimentos y miembro del grupo de especialización en nutrición pediátrica de la Academia Española de Nutrición y Dietética aborda todas estas cuestiones.
¿Qué es el método BLW?
El BLW o Baby Lead Weaning se podría traducir como una alimentación dirigida por el bebé. Es una alimentación autorregulada y a demanda, y se caracteriza, principalmente, por iniciar la alimentación complementaria con alimentos sólidos sin pasar por los tradicionales triturados.
La idea del método BLW es ofrecer a los bebés alimentos saludables en trozos de tamaño adecuado, lo suficientemente blandos como para que los puedan chafar con las encías (aún no hay dientes), pero con la consistencia necesaria para que no se espachurren al cogerlos con la mano. Serán ellos mismos quienes se los lleven a la boca con sus propias manos.
Desaparece la figura del padre o la madre persiguiendo al niño con una cuchara, pero requiere que los progenitores estén cerca para supervisar al bebé y evitar posibles atragantamientos. A cambio, se sugiere que los padres se sienten a la mesa con el niño (acercar la trona a la mesa donde los adultos comen habitualmente) y coman a la vez y comidas similares a las del bebé. De esta forma, por imitación, el niño aprende el hábito de comer y a hacerlo, además, en familia. En este sentido, es clave destacar, que la alimentación de los padres debe ser saludable, de modo que esos hábitos se construyan sobre pilares que promuevan patrones de alimentación saludables.
Ventajas de este método de alimentación complementaria
Entre las ventajas del Baby Led Weaning, Solana destaca que supone “un rol más activo del bebé. De ese modo, se consigue una alimentación más perceptiva, ya que es el bebé quién autorregula sus propias señales de hambre y saciedad”.
La experta hace hincapié en que “la alimentación BLW se ha asociado, según algunos estudios, con un menor riesgo de sobrepeso y obesidad en el futuro y una mayor aceptación de nuevos alimentos y nuevas texturas. Además, fomenta el descubrimiento y la exploración, permite que la criatura pueda comer de forma autónoma, que disfrute de los diferentes sabores, texturas, olores y colores de los alimentos”.
Alimentación Baby Led Weaning, ¿cuándo y cómo empezar?
Las recomendaciones alimentarias para los primeros meses de vida del niño son claras: lactancia materna exclusiva (siempre que sea posible) y a demanda desde la primera hora de vida y hasta los seis meses. A partir de ahí y hasta los doce meses, se proporcionará al niño una combinación de lactancia a demanda y alimentación complementaria.
La delimitación de los seis meses como punto de partida para la alimentación complementaria no es casual y debe tener en cuenta, además de las necesidades energéticas y nutricionales, el grado de desarrollo concreto de cada bebé. “Debemos comprobar que el bebé se mantiene sentado (no se cae hacia los lados ni hacia adelante); muestra interés por la comida; y ha desaparecido el reflejo de extrusión (sacar la lengua y expulsar cualquier cosa que se les introduzca en la boca)”, señala la experta.
También es importante que tenga autonomía con sus manos, así como una adecuada coordinación entre los ojos, las manos y la boca.
Con qué alimentos empezar una dieta BLW
No hay un alimento concreto por el que empezar. “Las guías actuales de alimentación complementaria, tanto para BLW como para métodos tradicionales, no indican qué alimento debe introducirse primero. Sí ofrecen un listado de alimentos por los que se puede empezar”, apunta Solana.
En líneas generales, la incorporación de alimentos en el método BLW sería la siguiente:
A partir de los 6 meses:
- Frutas y hortalizas
- Legumbres
- Cereales (pan, pasta, arroz)
- Huevos
- Pescados
- Carne
A partir de los 12 meses:
- Lácteos: yogur natural sin azúcar, queso tierno y leche de vaca
Es importante respetar los tiempos recomendados y no querer acelerar la incorporación de ciertos grupos de alimentos. “Hay que evitar los lácteos antes del año, así como los sólidos con riesgo de atragantamiento. Entre estos se encuentran los frutos secos enteros, granos de uva, tomates cherry, cerezas enteras, trozos grandes de manzana o zanahoria cruda, palomitas, aceitunas, salchichas, caramelos…”
Precauciones para practicar el Baby Led Weaning de manera segura
- No dejar al bebé solo comiendo.
- Evitar ofrecer al bebé aquellos alimentos con mayor riesgo de atragantamiento, como frutos secos enteros, vegetales crudos y frutas duras…
- Saber identificar las señales de atragantamiento y conocer cómo proceder ante esta situación.
- Ofrecer la comida presentada de tal forma que al bebé le resulte fácil cogerla con las manos y llevársela a la boca, optando por texturas blandas.
- Vigilar la temperatura del alimento para evitar quemaduras.
- Proporcionar alimentos y preparaciones que permitan una dieta variada y equilibrada, limitando alimentos menos sanos, como frituras o rebozados.
- Ofrecer diariamente comidas cuyo componente principal sean hortalizas, seguido de un alimento rico en hierro, así como alimentos energéticos.
Inconvenientes del método BLW para practicarlo de forma segura
El BLW también se ha relacionado, si no se efectúa correctamente, con algunos inconvenientes y precauciones, entre los que destacan:
- Retraso en el inicio de la alimentación complementaria, en función de la evolución del bebé (depende de que pueda sentarse erguido, asir los alimentos y llevárselos solo a la boca).
- Requiere de una dieta saludable por parte de los padres.
- Posible deficiencia de micronutrientes si no se pauta bien la dieta. “Hay que tener especial cuidado con el aporte de hierro, que puede ser más bajo que con los alimentos triturados”, advierte la experta.
- Mayor riesgo de atragantamiento.
- Menor diversidad de alimentos.
Resolución de desafíos comunes
Con el puré es fácil controlar cuánto come nuestro hijo. Con el BLW es más complicado. “Es lógico que los padres se preocupen por si su hijo se está alimentando de forma correcta. Es decir, que no pase hambre o que no se alimente lo suficiente”, apunta la experta.
Para evitar carencias, Nadia Solana recomienda, entre otros, aportar alimentos ricos en hierro, como legumbres, pescado y carne de ave, con fruta fresca de postre. Más aún “teniendo en cuenta que las recomendaciones actuales sugieren reducir el consumo de proteína de origen animal y que la preparación de los alimentos debe contemplar una forma de consumo que pueda ser masticado por el bebé sin atragantarse”.
Una de las principales preocupaciones de los padres con el BLW es que el niño se quede con hambre, o que no alcance los requerimientos calóricos. Para que no suceda, se recomienda aportar alimentos energéticos con base de hidratos de carbono complejos, como los tubérculos, legumbres, pasta, pan, arroz, etc. También, grasas saludables, como el aceite de oliva.
¿Hay que seguir ofreciendo el pecho? Las recomendaciones apuntan que, hasta los 12 meses, la toma preferente sea la del pecho, es decir, a partir de los 6 meses primero pecho, y luego comida. En aquellos bebés cuya introducción de alimentos es muy difícil y lenta, se podría considerar hacer al revés, primero comida y luego pecho. En todos los casos el pecho también se puede ofrecer durante la comida.
Recetas fáciles para practicar el Baby Led Weaning
Veamos algunas ideas para poner en práctica el BLW teniendo en cuenta las necesidades de aporte de hierro:
- Hummus de garbanzo o cualquier otra legumbre.
- Hamburguesas a base de legumbres y hortalizas, pudiendo incorporar carne o pescado en las mismas.
- Bocados a base de cereales infantiles enriquecidos con hierro y vegetales (mezclar cereales con hortalizas blanditas, como brócoli, boniato, zanahoria… y hacer tortillas vuelta y vuelta en la sartén).
- Porridge de avena elaborada con leche materna o de fórmula.
- Boniato cocido o asado con lentejas rojas (con 1 cucharadita de aceite de oliva) y 1 porción de kiwi maduro.
- Crema de verduras y lentejas con arroz. Naranja o mandarina en porciones.
- Patata asada con guisantes chafados y huevo en tortilla. Compota de manzana
El Consejo de ALDI
Aprovecha los fines de semana, que suele haber más tiempo, para incorporar nuevos alimentos al bebé. Es probable que el pequeño rechace el nuevo sabor. Dale su tiempo para adaptarse. Además así podrás comprobar si le sienta bien o hay algún tipo de alergia o intolerancia.
Nadia Solana. Dietista-nutricionista, experta en marketing sanitario y miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Ha desarrollado mi carrera en el ámbito empresarial como experta en el ámbito médico, sanitario y de la nutrición, con especial foco en nutrición infantil, brindando apoyo y formación a equipos de ventas, marketing y profesionales de la salud. Gran experiencia en la elaboración de contenidos científicos, gestión de simposios y diseño de materiales para profesionales de la salud. También ha trabajado como profesora colaboradora en el Máster de Nutrición y Salud. Anteriormente, había trabajo como Market/Business Support Nutritionist implementando actividades de nutrición, salud y bienestar para empleados y brindando orientación en I+D y marketing nutricional y también como técnico comercial de ingredientes alimentarios.