La manera más eficaz de asegurar un correcto funcionamiento del organismo, incluido el sistema inmune, es llevar una alimentación saludable con presencia de todos los grupos de alimentos en una frecuencia diaria o semanal adecuadas. “No existe un alimento o grupo de alimentos único que sea capaz de protegernos y mejorar por sí solo el sistema inmunológico”, advierte Guillermo Cárdenas, dietista-nutricionista clínico en la Unitat de Suport Nutricional del Hospital Universitario Vall d’Hebron, y miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética. En otras palabras, no hay suplementos alimenticios para alergias, ni para ninguna otra dolencia, tan potentes que las eviten por completo.
Sí existen ciertas sustancias que pueden ayudar a fortalecerlo y disminuir así la aparición de alergias. Y alimentos que alivian los síntomas de las alergias. “Poseen ciertas propiedades antihistamínicas, que bloquean la acción de la histamina, sustancia que se produce como consecuencia de un desequilibrio del sistema inmune", explica Cárdenas. Entre ellos, destaca los siguientes:
- vitamina C
- piridoxina o vitamina B6
- bacterias lácticas (efecto probiótico)
- quercetina
- bromelina
- ácidos grasos omega-3
Antihistamínicos naturales: opciones efectivas para aliviar los síntomas de alergias
La eficacia de estos antihistamínicos naturales no llega a equipararse a la de los medicamentos específicos. "Tampoco deberíamos desaconsejar su uso, ya que está descrito un efecto antiinflamatorio y bloqueador de la histamina en algunos componentes naturales", apunta el experto quien se decanta por una opción u otra, en función de la gravedad de la sintomatología. "Si es grave (shock anafiláctico, edema de glotis …), el tratamiento será siempre farmacológico y urgente, en forma de adrenalina y/o corticoterapia. Ante una sintomatología más común, como rinitis, urticaria, moqueo, etc., los antihistamínicos y los componentes naturales con propiedades antihistamínicas tienen su papel".
Los alimentos con acción antihistamínica pueden atenuar los efectos secundarios de los medicamentos. “Deben tomarse siempre bajo supervisión o conocimiento de su alergólogo/a", advierte Cárdenas.
Alivios naturales para la rinitis, la ronquera o la urticaria
A pesar de que científicamente no es posible confirmar la efectividad de los antihistamínicos naturales, sí es posible mencionar aquellos que presentan ciertas propiedades que podrían contrarrestar los efectos de la histamina, aunque no haya podido demostrarse con certeza la relación causa-efecto. Laura Andurell, dietista-nutricionista y colega de Cárdenas en el Hospital Universitario Vall d’Hebron, destaca los siguientes:
Frutas y Hortalizas. Por su contenido en vitamina C.
Leches fermentadas. Por su efecto probiótico.
Pescados, semillas oleaginosas y frutos secos. Por su contenido en omega 3.
Cúrcuma. Por sus posibles propiedades antiinflamatorias y bloqueadoras de la histamina, aunque la evidencia científica no ha podido demostrar ese efecto en humanos.
Quercetina. Este flavonoide podría ser eficaz en rinitis, conjuntivitis, eccemas y urticaria. Además, tendría propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, aunque la evidencia científica no ha podido demostrar este efecto en humanos. Su principal fuente son las frutas y vegetales, en forma de glucósido, entre las que destacan la cebolla, achicoria, ajo, te negro, lechuga, coles, espinaca, hinojo, espárrago, rúcula, manzana, mora, uva, cereza y ciruela.
Bromelaína. Es una enzima de origen vegetal constituida por la mezcla de bromelina A y B, obtenidas a partir del jugo de los tallos y fruto de la piña. Se ha asociado a la reducción de la hinchazón, la inflamación y el dolor, especialmente, de los senos nasales y paranasales, aunque la evidencia científica no ha podido demostrar este efecto en humanos.
Helicroso o Sol de Oro (Helicrhysum italicum). Esta planta herbácea podría ayudar con la sintomatología de la rinitis, bronquitis y alergias primaverales, aunque la evidencia científica no ha podido demostrar este efecto en humanos. Su acción principal consistiría en inhibir la liberación de histamina y estimular la secreción de catecolaminas antiinflamatorias.
Efedrina. Este alcaloide extraído de la ephedra se ha asociado a la menora de la congestión nasal de forma ocasional, aunque la evidencia científica no ha podido demostrar este efecto en humanos. Su consumo debe hacerse siempre consultando previamente a un profesional de la salud y tomando las precauciones necesarias en relación con sus efectos adversos y contraindicaciones.
Cómo adaptar tu dieta a la alergia al trigo
La primera medida es "excluir el trigo y sus variedades, como la espelta, la escanda o el kamut. Los cereales y derivados sin gluten, así como los alimentos etiquetados sin gluten, son seguros para el consumo de personas con alergia al trigo”, explica el experto.
Al retirar este cereal, deberemos prestar especial atención a que el consumo de fibra, zinc y ácido fólico sea el adecuado. En especial, tomar de forma habitual otros cereales o pseudocereales ricos en fibra, a ser posible de grano entero: arroz, avena, cebada, centeno, trigo sarraceno o alforfón, mijo, quinoa y cualquier versión comercializada sin gluten de los cereales. "Todos estos cereales podrán consumirse sin problemas, siempre y cuando se asegure que su cultivo y procesamiento ha sido independiente del de trigo ", advierte.
Dieta para personas con intolerancia al gluten
El gluten es una proteína vegetal presente en algunos cereales como el trigo de forma natural y usada en la industria por sus propiedades tecnológicas. Por esta razón está presente en una gran cantidad de productos.
Al igual que en la alergia al trigo, una dieta para personas con intolerancia al gluten exige la exclusión del mismo. Se debe evitar el consumo de cereales que contengan gluten de forma natural (tales como trigo, centeno, cebada, espelta, kamut o sus variedades híbridas y productos derivados), o de aquellos cereales puedan estar contaminados en la producción, como la avena.
El logo ‘sin gluten’ asegura una presencia <20 ppm de gluten (<20 miligramos de gluten por kilogramo de alimento), y es seguro para el consumo de las personas que deben retirar el gluten de su dieta. Por otro lado, los logos con el mensaje de muy bajo en gluten informan de una presencia < 100 ppm de gluten (<100 miligramos de gluten por kilogramo de alimento); los alimentos con este logo no se aconsejará su consumo en las personas que no deben ingerir gluten.
Una dieta sin gluten suele ser pobre en fibra, “por lo que será necesario el consumo habitual de frutas y verduras frescas, legumbres, semillas y frutos secos y cereales integrales libres de gluten como la quinoa, alforfón o trigo sarraceno, maíz o el arroz”.
Alimentos para personas con intolerancia a la lactosa y/o con alergia a la proteína de la leche
La intolerancia a la lactosa suele confundirse con la alergia a la proteína de la leche de vaca. "La intolerancia a la lactosa cursa con sintomatología digestiva (dispepsia, diarreas, distensión abdominal) debido a la no asimilación de la lactosa (azúcar natural) presente en lácteos y derivados. En estos casos recomendamos optar por leche y derivados lácteos sin lactosa. Según la sensibilidad, en algunos casos se podrá consumir yogures, otras leches fermentadas y quesos, especialmente los más curados, ya que contienen menos lactosa por ración comestible y pueden ser tolerados por personas con grados más leves de intolerancia", aclara el experto.
La alergia a la proteína de la leche de vaca (caseína, alfa-lactoalbumina y beta-lactoglobulina) cursa con sintomatología provocada por una reacción del sistema inmune. “La recomendación es retirar de forma estricta todo el grupo de alimentos de lácteos y derivados, incluidos los procedentes de cabra y oveja, y también todos aquellos alimentos que contengan leche o proteína de leche en su composición”, añade Cárdenas.
Cuando se trata de niños se aconseja retirar la ternera por similitud proteica y por precaución el tiempo que le indique el alergólogo/a. En los bebés lactantes diagnosticados de alergia a la proteína de leche de vaca, "la madre no podrá consumir leche ni derivados lácteos. También habrá que revisar que los cereales para el desayuno, panes especiales, bollería y, en general, los alimentos altamente procesados, no contengan leche o proteína de leche de vaca o sus trazas. Como sustituto habrá que optar por bebidas vegetales alternativas enriquecidas en calcio y vitamina D, y sin azúcares añadidos. Hay leches de fórmula diseñadas específicamente hasta el año y medio de vida donde la fuente proteica no es láctica", añade Cárdenas.
El principal riesgo a la hora de retirar la proteína de la leche de vaca y suprimir el consumo de un grupo de alimentos básico como es los lácteos y derivados, es el déficit de calcio y vitamina D, básicos para una adecuada salud ósea en todas las etapas de la vida. En estos casos, para asegurar un aporte interesante de calcio, "deberemos asegurar la presencia de alimentos como las bebidas vegetales enriquecidas en calcio y/o vitamina D, las legumbres, semillas remojadas o en crema, frutos secos, hortalizas de hoja, huevos y pescados en conserva.”
¿Y si tengo alergia a los frutos secos?
En este caso basta con realizar una dieta de exclusión de frutos secos (nueces, pistachos, almendras, cacahuetes, anacardos…) y revisar los etiquetados para que no haya trazas de este alérgeno.
También se debe evitar la contaminación cruzada entre alimentos. “Hay personas que pueden hacer reacción simplemente con el contacto a un fruto seco, si bien las reacciones más peligrosas son tras su ingesta", destaca Andurell. Por último recuerda la necesidad de informar de esta alergia cuando se coma fuera de casa.
Para suplir los nutrientes de los frutos secos, “debemos asegurar el consumo de frutas y verduras por su presencia de fibra, carnes, pescados y huevos por el aporte proteico, así como legumbres (proteína y fibra), y aceite de oliva por su aporte de grasas saludables", sostiene Andurell.
¿Son los suplementos alimenticios para alergias una opción realmente eficaz ?
Además de los alimentos de la dieta, los síntomas de las alergias e intolerancias alimentarias pueden aliviarse con suplementos alimenticios. Laura Andurell aconseja tomar pre y probióticos para regular la microbiota y así mitigar la diarrea, síntoma habitual en los casos de celiaquía o de intolerancia a la lactosa.
En el caso de hinchazón abdominal y/o gases, "el hinojo, semillas de cilantro y el comino podrían tener una acción carminativa, es decir, ayuda a eliminar los gases y disminuir la hinchazón del abdomen, aunque la evidencia científica no ha podido demostrar ese efecto en humanos.
Cuando la reacción alérgica se manifiesta en la piel, Andurell aconseja caléndula y/o aloe vera por vía tópica En infusión se puede utilizar para la inflación de las mucosas bucofaríngeas. "La parte floral de la caléndula (Calendula officinalis L.) podría tener una acción antinflamatoria y cicatrizante, aunque la evidencia científica no ha podido demostrar ese efecto en humanos".
Por su parte, "el aloe vera reúne propiedades que podrían ser cicatrizantes, antinflamatorias e immunoduladoras, y su contenido en mucílagos suma un efecto calmante eficaz en las alergias cutáneas, aunque la evidencia científica no ha podido demostrar ese efecto en humanos.", describe.
Vitamina C para fortalecer el sistema inmune
La vitamina C podría contribuir a la prevención de las alergias, "ya que actúa reforzando la inmunidad inespecífica", sostiene la dietista-nutricionista. Este micronutriente se encuentra en "las frutas y hortalizas frescas en general, como la acerola, los cítricos, las fresas, el pimiento rojo…".
La equinácea podría actuar sobre el sistema inmunitario estimulando la producción de linfocitos y citoquinas, aunque la evidencia científica no ha podido demostrar ese efecto en humanos.", advierte.
El Consejo de ALDI
La higiene en la cocina es básica para evitar la contaminación cruzada. Lava bien los instrumentos de preparar los alimentos con detergente y cambia el estropajo con frecuencia.
Guillermo Cárdenas. Nutricionista clínico con más de 15 años de experiencia en el soporte nutricional en pacientes afectados de diferentes patologías: hepáticas, digestivas, neumológicas, cardíacas y en pacientes trasplantados de órgano sólido y críticos. Publicaciones y presencia activa en congresos y jornadas de las principales sociedades de referencia en nutrición clínica (SENPE y ESPEN). Es miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética donde ha participado en los programas de formación dando formación en intolerancias alimentarias. Forma parte activa en la formación de alumnos del grado de Nutrición Humana y Dietética en diferentes Universidades y como tutor de prácticas en Hospital Vall d’Hebron. También forma parte en la formación de alumnos de la licenciatura de Medicina en la Universitat Autònoma de Barcelona
Laura Andurell. Graduada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Barcelona y Máster en Nutrición y Salud por la Universitat Oberta de Catalunya. Actualmente trabaja como dietista-nutricionista en la Unidad de Soporte Nutricional del Hospital Universitario Vall d’Hebron y como profesora en Máster en Nutrición Oncológica en Universidad de Barcelona/IL3.