La generalización del uso de edulcorantes en muchos alimentos hace que cada vez sean más las personas que detectan que algunos productos procesados no les sientan bien. Es aquí cuando se empieza a pensar en la intolerancia al sorbitol.
Sorbitol, un edulcorante muy útil para la industria
Antes de abordar la intolerancia al sorbitol conviene saber a qué nos referimos. El sorbitol es un tipo de azúcar que se obtiene a partir de la glucosa mediante un proceso químico conocido como hidrogenación. También se produce de manera natural en nuestro cuerpo a partir de la glucosa en exceso. Por último, también se encuentra de forma natural en algunos alimentos, sobre todo, en las frutas.
Se caracteriza principalmente porque “proporciona dulzor sin contribuir a la formación de caries dental. Es un edulcorante muy apreciado por la industria alimentaria por su capacidad para retener la humedad, lo que ayuda a mantener la frescura y la textura de los productos procesados. Por eso es un aditivo tan interesante también para la industria cosmética y la farmacéutica”, declara Rocío Práxedes, dietista-nutricionista especializada en nutrición clínica y miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética.
Malabsorción o intolerancia, ¿qué diferencia hay?
La intolerancia alimentaria se define como una respuesta adversa del cuerpo a un alimento específico o a algunos de sus componentes sin que intervenga el sistema inmunitario. Puede conducir a molestias digestivas y malabsorción intestinal, si bien no todos los casos de malabsorción intestinal están relacionados con una intolerancia alimentaria.
Práxedes añade que “la intolerancia puede ser provocada por diversas causas: reacciones tóxicas, farmacológicas, metabólicas, digestivas, psicológicas o idiopática (es decir, de origen desconocido) a ciertos alimentos o a alguna sustancia química que contengan”.
Aunque la intolerancia al sorbitol relacionada con la dieta es común, hay otras posibles causas de intolerancia o sensibilidad al sorbitol que no están directamente vinculadas a la ingesta de alimentos. En ciertas enfermedades metabólicas, el sorbitol producido dentro del cuerpo puede acumularse en cantidades que pueden causar síntomas de intolerancia.
Causas y tipos de intolerancia al sorbitol
Exceso de dulces
Para conocer los tipos de intolerancia al sorbitol, debemos conocer las causas. La más común es, según la dietista-nutricionista, “el consumo excesivo de alimentos edulcorados con sorbitol. Este exceso provoca que se saturen los mecanismos de transporte involucrados en la absorción intestinal de los hidratos de carbono”.
La capacidad del intestino para absorber sorbitol es limitada y depende de transportadores específicos que tienen una capacidad máxima de transporte. “Cuando se consume sorbitol en cantidades que superan la capacidad de estos transportadores, no todo el sorbitol ingerido puede ser absorbido eficientemente, causando un efecto laxante, gases y distensión abdominal”.
Si además se consumen grandes cantidades de fructosa (por ejemplo a partir de bebidas azucaradas) junto con sorbitol, ambos azúcares competirán por el mismo transportador, lo que puede reducir la eficiencia de absorción de ambos.
Enfermedad gastrointestinal
La intolerancia al sorbitol también “puede ser secundaria a una enfermedad gastrointestinal, como la enfermedad celíaca, la enfermedad inflamatoria intestinal o la gastroenteritis. Estos trastornos pueden dañar el revestimiento del intestino delgado, lo que dificulta la capacidad del cuerpo para absorber el sorbitol adecuadamente”, apunta Práxedes.
Alteraciones del metabolismo
Solo en algunos casos, el origen de la intolerancia puede provenir de “errores innatos del metabolismo. Este trastorno afecta a los genes que codifican las proteínas y que son necesarias para metabolizar el sorbitol que se produce dentro de nuestro cuerpo”.
Síntomas de la intolerancia al sorbitol
Cuando el sorbitol u otros azúcares no se absorben completamente en el intestino delgado, pasan al intestino grueso, donde “son fermentados por las bacterias intestinales. La fermentación bacteriana de los hidratos de carbono en el colon produce gases (hidrógeno, dióxido de carbono y metano)”, explica la dietista-nutricionista.
Rocío Práxedes refiere que los síntomas más comunes de la intolerancia al sorbitol son hinchazón, distensión abdominal, retortijones, gases, cólicos abdominales y diarrea. Se trata, pues, de síntomas muy habituales y comunes a “otras condiciones gastrointestinales. Para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado hay que acudir al médico gastroenterólogo y proceder con las pruebas diagnósticas adecuadas.
Cómo saber si tengo intolerancia al sorbitol
El diagnóstico de la intolerancia al sorbitol será clave para conocer las causas del problema y atajar los síntomas. Lo primero que el equipo especialista necesita conocer son los hábitos dietéticos del paciente, de ahí que sea habitual solicitar un diario dietético. para que vaya apuntando todo lo que come
Ante la sospecha de intolerancia al sorbitol, el especialista en digestivo solicitará una de las siguientes pruebas para confirmar el diagnóstico: el test del hidrógenos espirado o la curva de glucemia.
Test del Hidrógeno Espirado
También llamada prueba de hidrógeno en aliento. “Se utiliza para diagnosticar intolerancias a ciertos azúcares. Analiza la presencia y la cantidad de hidrógeno y metano en el aliento del paciente. Estos gases los producen las bacterias intestinales durante la fermentación de los azúcares no absorbidos en el intestino delgado y que llegan al colon”.
Prueba de curva de glucemia
Se utiliza menos por ser menos específica y más costosa. Requiere de varias extracciones de sangre antes y tras la ingesta de sorbitos o fructosa. Su uso se destina normalmente a otros fines como la intolerancia a la glucosa y otros trastornos relacionados con el metabolismo de la misma.
Cómo tratar la intolerancia al sorbitol
El tratamiento para la intolerancia al sorbitol se basa en una dieta controlada. “El objetivo es limitar su aporte hasta concentraciones que permitan disminuir los síntomas del paciente”, explica Práxedes.
Para ello hay que limitar, que no excluir completamente, determinados alimentos:
- Frutas, como manzanas, peras, ciruelas, cerezas, melocotones y albaricoques
- Zumos y mermeladas en general Frutas deshidratadas, sobre todos las anteriores
Las frutas proporcionan una variedad de nutrientes beneficiosos para el paciente, como vitaminas, minerales, fibra y sustancias bioactivas. De ahí que siempre se hable de limitación en lugar de exclusión. Por eso también se sugiere sustituir estas frutas por otras con niveles más bajos de sorbitol y, por lo tanto, pueden ser mejor tolerados. “Es el caso de las bayas como fresas, frambuesas y arándanos”.
Solo ante determinados trastornos genéticos, que son muy raros, se eliminará completamente de la dieta el sorbitol.
¿Qué profesional trata la intolerancia al sorbitol?
Aunque es el médico quien diagnostica la intolerancia, el dietista-nutricionista es el profesional indicado para plantear el tratamiento dietético que mejor se adapte a las circunstancias personales de cada paciente. Su trabajo es identificar los alimentos con sorbitol que el paciente consume regularmente, evaluar la gravedad de los síntomas, priorizar la eliminación o reducción de aquellos alimentos de menor valor nutricional y monitorizar los resultados de la terapia nutricional”.
Alimentos que se deben restringir
Aunque por simplificar, muchas veces se habla de alimentos prohibidos para la intolerancia al sorbitol, en realidad como hemos visto se trata de restringir su consumo. Prohibir alimentos como frutas y hortalizas a un paciente con intolerancia al sorbitol es una medida que solo se toma en casos muy extremos y que tengan un evidente coste beneficio. En este caso, además, el dietista-nutricionista se encargará de prescribir los suplementos necesarios para garantizar un adecuado estado nutricional durante este período.
Algunas de las medidas que podemos adoptar son:
- Revisar la posible presencia de sorbitol en los alimentos etiquetados como ‘sin azúcar’, bajos en calorías, alimentos procesados, frutas enlatadas y secas, jarabes y endulzantes líquidos, incluidos Los chicles y caramelos con sorbitol (E-420)
- Leer los ingredientes de los alimentos y comprobar si aparece sorbitol como tal, o como E-420.
- Evitar el consumo de los zumos y mermeladas elaborados con determinadas frutas (manzanas, peras, ciruelas, cerezas, melocotones y albaricoques), ya que presentan concentraciones más altas de sorbitol, al igual que los productos deshidratados derivados de ellas.
- La indicación más efectiva es basar la dieta en alimentos frescos y mínimamente procesados, donde solo se necesita limitar la cantidad de frutas con mayor contenido de sorbitol. En muchas ocasiones, los síntomas mejoran considerablemente al reducir el tamaño de las raciones y/o al ajustar el momento de consumo de los alimentos con más fructosa y sorbitol.
El Consejo de ALDI
Sustituir el azúcar de mesa por edulcorantes, como sacarina, ciclamato o eritritol, ayuda a reducir la ingesta calórica al cabo del día, pero tampoco conviene abusar. Reduce poco a poco la dosis y recuperarás el gusto por los alimentos al natural.
Rocío Práxedes. Miembro Correspondiente CODiNuCoVa. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética CAP, diplomada en Nutrición en cirugía de la obesidad, diplomada en nutrición en la enfermedad renal, diplomada en nutrición clínica. Cursos intensivos especializados en obesidad y terapia nutricional artificial. Máster oficial de gestión de proyectos. Curso especializado en nutrición y cáncer. Desde 2008 trabaja en consulta privada y desde 2010 en Hospital Quirón Valencia. Ha sido secretaria CODiNuCoVa entre 2009 y 2017. Y secretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de D-N 2013-2016. Entre 2008 y 2010 fue secretaria de ADDECOVA. INSTAGRAM: rociopraxedesgomez. FACEBOOK: @rociodiethas. WEB: https://diethas.es/