Nueces, cacahuetes, anacardos, almendras, pistachos, avellanas… Para la mayor parte de la población son un delicioso y nutritivo grupo de alimentos. Sin embargo, cerca del 1% de la población presenta algún tipo de alergia a los frutos secos.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) afirma en El Libro de las enfermedades alérgicas que la prevalencia estimada de la alergia a frutos secos oscila entre el 0,05 y el 5 % de la población, dependiendo de la zona geográfica, los métodos diagnósticos utilizados y los frutos secos que se incluyan.
Frutos secos más consumidos en España y su relación con las alergias
Rubén Leal Tamayo, dietista-nutricionista y miembro de la Academia Española de la Nutrición y Dietética, señala que en España los que más casos de alergias causan son las nueces. "Les siguen los cacahuetes, que, en realidad, son legumbres, como los guisantes y los garbanzos".
Este tipo de alergias tiene mayor prevalencia entre la población infantil, pero puede aparecer a cualquier edad, "dependiendo siempre del contexto del individuo, como por ejemplo, sus factores genéticos (familiares con antecedentes) o ambientales (lugar de residencia)", explica Leal, graduado en Nutrición Humana y Dietética, con postgrado en Microbiota y actualmente finalizando un postgrado en Nutrición Clínica y Salud Pública por la Universidad de Barcelona.
Tipos de alergias alimentarias y cómo diagnosticarlas
Existen dos tipos de alergia: las mediadas por anticuerpos IgE y las que no lo están.
La alergia que aparece con la ingesta de frutos secos es mediada por anticuerpos IgE. "Nuestro organismo desarrolla una respuesta inmunitaria anormal formando un anticuerpo conocido como inmunoglobulina E", explica Leal. Este tipo de reacción es muy rápida, y sus síntomas "pueden ir desde muy leves (picor de boca, urticaria o vómitos) hasta muy graves, llegando incluso a provocar un shock anafiláctico y la muerte", alerta.
Las alergias que no se producen por los anticuerpos IgE "suelen tardar más en aparecer, entre dos horas y algunos días. Además, normalmente afectan a nivel digestivo, llegando a ser crónicos".
Saber si somos o no alérgicos pasa por un diagnóstico adecuado. "Para ello es necesario un estudio del historial clínico detallado del paciente, así como pruebas cutáneas y análisis de sangre específicos de IgE que ayudarán a confirmar el diagnóstico", destaca el experto.
Síntomas de la alergia a los frutos secos
Cuando una persona alérgica entra en contacto con el fruto seco, su organismo segrega diferentes sustancias químicas, sobre todo, histamina. En ese momento empiezan a aparecer síntomas de diferentes grados, siendo el más leve sentir cierto picor en la boca y los labios, y el más serio, el shock anafiláctico.
Estos son los principales:
- Sensación de picor y hormigueo en los labios y en la lengua.
- Hinchazón y picor en los ojos.
- Urticaria.
- Goteo nasal.
- Estornudos.
- Tos.
- Inflamación en la garganta.
- Bajada de la tensión arterial.
- Mareos y desmayos.
- Dificultad para respirar.
- Ansiedad.
- Vómitos.
- Dolor abdominal.
- Diarreas.
- Shock anafiláctico.
Cómo actuar ante una reacción alérgica
Teniendo en cuenta que, en el caso de los frutos secos, la respuesta de nuestro organismo no se hace esperar, lo primero que hay que hacer es dejar de comerlos inmediatamente. En muchas ocasiones, la persona alérgica ingiere sin saber ese alimento ‘camuflado’ entre los ingredientes de otro alimento, por ejemplo, en una crema de chocolate con avellanas y almendras dentro de una tarta.
Si la persona sabe que es alérgica y que las reacciones al entrar en contacto con el alérgeno son rápidas y severas, "lo más conveniente es que lleve siempre consigo un kit autoinyector de epinefrina". Se refiere al famoso ‘epipen’, una especie de bolígrafo con punta de jeringuilla que cualquier ciudadano puede aplicar sobre la persona afectada con mucha facilidad.
En los casos más graves, cada segundo cuenta. "Cuando la persona tiene dificultades para poder respirar, se marea o pierde la conciencia, se recomienda que acuda al servicio de urgencias, ya que un shock anafiláctico, si no se trata, puede causar la muerte". Además, la sintomatología podría empeorar "si se tienen patologías previas, ya que el organismo está experimentando una inflamación", apostilla.
Si dejo de comer frutos secos un tiempo, ¿dejaré de ser alérgico?
Existe la creencia de que si evitamos la ingesta del alimento que nos produce alergia por una temporada, el problema puede desaparecer. No solo no es así, sino que condición suele ser crónica. "Hay muy pocas posibilidades de que se deje de ser alérgico a los frutos secos. Es más, si la persona dejara de comerlos, y volviera a hacerlo, su cuerpo podría reaccionar de manera diferente, e incluso de un modo más virulento", advierte Leal.
La única opción que le queda a la persona alérgica es eliminar totalmente de la dieta el alérgeno en cuestión. Si hay alergia a las almendras, habrá que eliminar desde el picoteo de este fruto seco a la gran mayoría de los turrones. Y lo mismo si hay alergia a los cacahuetes o a cualquier otro fruto seco.
En estos casos es muy importante revisar el etiquetado de los alimentos de producción industrial por si entre los ingredientes por si hubiera ‘trazas’ del alérgeno. Significa que en esa fábrica se producen también otros alimentos con ese ingrediente y no se puede garantizar al 100% que no haya contaminaciones cruzadas.
Si recibimos invitados en casa, no está de más preguntar con antelación si hay algún tipo de alergias. En la Unión Europea es obligatorio destacar en la lista de ingredientes la presencia de 14 alergenos entre ellos los frutos secos de cáscara y los cacahuetes.
Leal apunta a que en un futuro esto podría cambiar. "Actualmente se trabaja también en las prometedoras terapias de inmunoterapia, pero aún están en fase de estudio".
Si elimino los frutos secos, ¿qué otros alimentos podrían sustituirlos?
Eliminar un grupo de alimentos con siempre supone descartar también su aporte nutricional. Para recuperar esos nutrientes tenemos que buscar otras alternativas. "Si retiramos los frutos secos podemos recurrir a las legumbres (excepto el cacahuete), al aguacate, al aceite de oliva, mejor si es virgen extra, pescados especialmente los grasos (sardina, caballa, atún, etc.) o los cereales integrales y sus derivados".
En cambio, no recomienda el consumo de semillas. "Es muy habitual que la persona que tiene alergia a un fruto seco, la tenga a más de uno, sobre todo, si pertenece a la misma familia, además de las semillas. No obstante, la exclusión de uno u otro fruto secos o de las semillas vendrá determinado por el diagnóstico y las recomendaciones del médico especialista".
Cómo evitar frutos secos en casa y fuera de ella
Eliminar totalmente los frutos secos de la alimentación diaria no es fácil debido, como hemos visto, a las trazas que podemos encontrar en los alimentos procesados. Hay que prestar especial atención al etiquetado de los siguientes alimentos de fabricación industrial:
- Algunas coberturas de helados
- Panes industriales y productos horneados
- Salsas.
- Postres tipo tartas
- Aperitivos de bolsa
- Algunas bebidas alcohólicas
- Chocolates y sus cremas
- Dulces y pastelería
Pero, ¿y si salimos a comer fuera o si tenemos invitados en nuestro hogar? En el primer caso, es fundamental "preguntar siempre si el plato que hemos pedido contiene el alérgeno. De esta manera, se podrá evitar por completo el contacto con el alimento", asegura. En la Unión Europea es obligatorio destacar en la información al consumidor tanto de alimentos envasados como no envasados, la presencia de 14 alérgenos entre ellos los frutos secos de cáscara y los cacahuetes. Esta información debe estar accesible en el restaurante, bien en la carta o mediante consulta al personal del establecimiento.
Al recibir invitados en casa, además de preguntar por las posibles alergias, "hay que ser muy escrupuloso con al uso de los utensilios de cocina. Muchas de las alergias se producen por contaminación cruzada, en especial en eventos sociales y celebraciones familiares, como fiestas de cumpleaños". Si siempre es importante manipular los alimentos de forma segura, con más razón si sabemos que uno de nuestros comensales es alérgico a un determinado alimento.
El Consejo de ALDI
Por su alto contenido en grasa, los frutos secos se enrancian con facilidad si no los guardamos adecuadamente. Recuerda: mantenlos alejados de fuentes de calor, de la luz y no dejes la bolsa abierta.
Rubén Leal. Técnico superior en dietética, Graduado en Nutrición Humana y Dietética, con postgrado en Microbiota. Actualmente finalizando un postgrado en Nutrición Clínica y Salud Pública por la Universidad de Barcelona. Ha realizado diferentes formaciones en nutrición deportiva, herramientas para la pérdida de grasa y ayudas ergogénicas para el rendimiento deportivo y la salud. Está colegiado en el Colegio Oficial de Dietistas Nutricionistas de Catalunya. Es miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Cuenta con más de 5 años de experiencia trabajando de manera independiente. En la actualidad trabaja con pacientes de diferentes partes del mundo ( España , Estados Unidos y suiza), principalmente y de manera exhaustiva, el tratamiento nutricional y dietético para pacientes con sobrepeso y obesidad.